El coordinador de Unión, Progreso y Democracia (UPYD) en Melilla, Emilio Guerra, aseguró ayer que la legislatura que acaba de comenzar en Melilla, "corre el peligro de ser plana y sin cambios de ninguna clase". Para el dirigente magenta local, el Gobierno de la Ciudad "se aferra al sendero del continuismo, muy distante del interés público". “Un continuismo caracterizado por la inacción en la búsqueda de soluciones a los problemas que tenemos, y por el absoluto desprecio al futuro de la ciudad”, aseveró. Emilio Guerra considera que la situación política y económica a nivel nacional e internacional "es muy preocupante", pero cree que los resultados electorales demuestran que "hay pocas ganas de cambiar las cosas, de renovar y de regenerar".
En otro orden de cosas, UPYD considera "lógicas y normales" las renuncias de sus actas de diputados locales de Miguel Marín y Sofía Acedo. "La incompatibilidad de cargos y el principio de eficiencia debe primar por encima de cualquier otra circunstancia", sostiene la formación magenta. "Aquí lo disonante e inexplicable es que Imbroda siga siendo senador y alcalde, cuando a los anteriores se les pida dedicación exclusiva en uno de sus cargos", dijo Guerra.
El upedista cree que por los problemas que "arrastra" la ciudad, "Melilla se merece un alcalde con dedicación exclusiva a la ciudad y no como ahora, a medio camino entre el Senado y su despacho de la alcaldía".
El líder local de UPYD también se refirió a la oposición en la Asamblea. Guerra dijo que estar "soportando diariamente el rodillo de un Gobierno poco tolerante, opaco y no muy dado al intercambio de ideas", hace que la oposición sea "escasa de recursos, desanimada y en algunos casos conformista".
Por ello, apeló a la "responsabilidad", sobre todo, de la primera fuerza de la oposición, CpM, "para evitar que tengamos una legislatura plana con todos los grandes problemas de Melilla aparcados sine die".
