La Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura (CPDT) presentó el pasado viernes un informe sobre la tortura y los malos tratos en el Estado español en el año 2015. En esta se recoge que durante el pasado año se dieron 9 situaciones de presunta tortura o agresión que afectaron a 13 personas. La Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura (CPDT) presentó el pasado viernes el Informe anual sobre la tortura y los malos tratos en el Estado español durante el pasado año. En este informe, recogen que durante el pasado año se han dado hasta nueve situaciones de torturan que han afectado a 13 personas en Melilla.
Según el estudio se entienden como situaciones, las circunstancias en la que la intervención de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) ha generado una acción calificable de "tortura", "mal trato" o "trato inhumano o degradante".
Entre estas situaciones están la de K.M., de 14 años de edad y origen marroquí, que según la denuncia presentada en febrero en la Fiscalía de Menores, fue agredido presuntamente por un educador del La Purísima con una barra de hierro tras una discusión.
Otro de los casos recogidos en el estudio fue el de A.M. y otros tres menores. Según la denuncia habrían sido agredidos por agentes de la Policía Nacional a mediados de abril tras ser interceptados por un grupo de agentes en la Cañada. Éstos les trasladaron a 'Los Pinos' y según la denuncia "les hicieron bajar y los golpearon". También recoge el estudio, la denuncia de 78 personas internadas en el CETI que presentaron una queja denunciando presunto maltrato y acoso sexual por parte de un empleado del centro.
La valla
El informe también recoge la disminución que se ha dado respecto a 2014 de personas que denunciaron haber sido agredidas o sufrido lesiones presuntamente por las actuaciones de agentes de la Guardia Civil, cuando intentaban pasar a Ceuta o Melilla.
La investigación, también denuncia, el acuerdo entre España y Marruecos para que "la gendarmería de este país se hiciese cargo del 'trabajo sucio' en el control y represión de los ciudadanos subsaharianos que intentan acceder a territorio europeo".
Del mismo modo, cuentan que las situaciones que sí se siguen dando son "las 'devoluciones en caliente' cuando las personas que, tras encaramarse a las vallas y sufrir lesiones -de mayor o menor entidad- por las concertinas de las mismas, han sido entregadas a la policía marroquí". Todo ello, señalan "sin recibir la atención médica mínima necesaria y con grave riesgo de sufrir agresiones por parte de la Gendarmería marroquí tras la expulsión". Sin embargo, estas presuntas agresiones, explican, "no han podido contrastarse de forma eficaz, por lo que no se han incluido en este informe".
"Maltrato institucional"
El estudio también recoge un análisis sobre la situación de los menores extranjeros en los que denuncian "maltrato institucional" a aquellos niños que están en la calle. En concreto, censuran los supuestos "tratos vejatorios" por parte de los educadores, que indican "son frecuentes y sobradamente constatados".
A esto se suma, apuntan, la "violencia documental". Se trata, según explica el informe, "a las pocas garantías de documentarse que les empuja a permanecer en la calle y practicar el 'risky', esto es, “cruzar la frontera como polizones en barcos o vehículos con el fin de poder llegar a la península, con las consecuencias que esto implica para su salud".
