Dos días después del fuerte terremoto del lunes, Melilla volvió a despertar ayer con un sobresalto. Una réplica de 4,7 grados fue la responsable de que miles de melillenses revivieran la angustia de apenas 48 horas antes, y aunque la fuerza fue mucho menor que el seísmo principal, fueron bastantes los ciudadanos que nuevamente salieron a la calle en pijama por temor a sufrir algún daño en sus casas. Esta réplica, la más importante de las más de 460 que se han registrado tras el terremoto principal, duró pocos segundos y se saldó sin incidencias. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, afirmó ayer que las réplicas de cierta intensidad que se están registrando en Melilla, como la que hubo ayer, perjudican la situación de los edificios dañados por el seísmo de 6.3 grados del pasado lunes.
A preguntas de los periodistas, Imbroda dijo que el hecho de que haya réplicas perceptibles “siempre es malo” para los edificios que quedaron dañados, entre ellos el Palacio de la Asamblea, que lleva cerrado desde el viernes, obligando a reubicar las dependencias de la Ciudad Autónoma.
En este sentido, Imbroda recordó que el torreón sur de este edificio emblemático del patrimonio modernista melillense quedó muy dañado y “se puede caer de un momento a otro” y “mayor será el riesgo si (el movimiento) le ayuda a desplazarse más”.
Será derribado en los próximos 10 días
El presidente melillense informó de que el torreón será derribado dentro de los próximos diez días, ya que los servicios técnicos están evaluando de qué forma hacerlo para no dañar la parte inferior del edificio.
Además, avanzó que se hará un escáner del torreón de este edificio “para que se construya exactamente igual que estaba”, tal y como lo proyectó en 1948 el arquitecto Enrique Nieto, discípulo de Antonio Gaudí.
También informó de que el ala sur del edificio consistorial está en mejor estado que el ala norte, de modo que se ha acordado habilitar su parte baja para que algunos servicios de la Administración pública melillense pueda incorporarse a trabajar.
Imbroda destacó que pese a las réplicas que se están registrando, los equipos multidisciplinares de técnicos y Bomberos encargados de la inspección y el saneamiento de fachadas afectadas “siguen trabajando estoicamente y con una voluntad enorme, subiéndose donde haya que subirse y sin amedrentarse por el hecho de que haya réplicas”.
Ayer, de hecho, fueron colocadas mallas en muchos de los edificios afectados para evitar desprendimientos de cascotes.
