“El vallado de Melilla parece no estar cumpliendo los objetivos esperados y cabría replantearse la medida”. Así lo manifestó la jefa de la oficina de Asuntos Estratégicos del Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete del Gobierno, Irene Blázquez, en el curso de verano 'Libre circulación de personas e inmigración en la unión europea: retos y oportunidades en tiempos de crisis', organizado por la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Málaga. Blázquez señaló que “ha habido un descenso importante en la llegada de inmigrantes por vías marítimas, en torno al 15 por ciento”, pero que, sin embargo en Melilla, “en 2013 incrementó un 48 por ciento”. Además, los centros de estancia temporal de inmigrantes “están saturados, es por ello que se requiere una mayor política de control y se aplicó esta medida”. Hay que recordar que el CETI melillense supera en más del triple su capacidad máxima, que es de 480 plazas, aunque ha llegado a rozar los 2.400 acogidos hace poco más de un mes.
En referencia al vallado y la polémica suscitada, Blázquez, en declaraciones a Europa Press, apuntó que “las medidas tomadas son complejas, disuasorias y perfectibles”. “Cabría un replanteamiento, ya que la medida parece no cumplir los objetivos previstos”, subrayó.
En su ponencia, Blázquez también se refirió al documento de Estrategia de Seguridad Nacional aprobado en mayo de 2013 e indicó que “es un documento convergente, que se entiende que debería ser política de Estado, un servicio público al ciudadano”. Además señaló que es la primera vez en España que se define “un concepto de seguridad nacional”.
El documento, que ha contado con el apoyo de la oposición en lo que Blázquez ha definido como “el primer gran pacto político con el PSOE”, incluye entre sus premisas la inmigración, en pos de “actuar para controlar los flujos migratorios irregulares que suponen riesgos y amenazas para la seguridad nacional”.
