El aguacero ha afectado también a las conexiones aéreas, ya que algunos vuelos como el de Madrid-Melilla ha tenido que ser desviado a Málaga debido a las inclemencias meteorológicas
Calles anegadas, comercios y locales inundados, filtraciones en viviendas, arquetas de saneamiento levantadas en la vía pública o interrupción del suministro eléctrico.
Estos son algunos de los perjuicios que ha provocado la fuerte tromba de agua que ha caído este sábado por la mañana en Melilla. Una intensa y repentina lluvia que, en tan solo 20-30 minutos, ha generado tales daños en viviendas, locales, comercios e infraestructura pública que ha provocado la intervención de los servicios de emergencia de la Ciudad, principalmente de bomberos, que han registrado más de 100 llamadas por incidencias a lo largo del día.
La mayoría de dichas incidencias han sido por filtraciones de agua en viviendas, locales y demás establecimientos, o por “pequeños desprendimientos” ocasionados por la intensa lluvia, según explica a este Diario Farid, cabo-jefe de dotación del equipo de bomberos, quien asegura que no hay que lamentar daños personales en este sentido. “Han sido solo pequeños daños materiales”, apunta.
Asimismo, asegura que estas incidencias han tenido lugar en todas las zonas de la ciudad por igual.
“Se ha dado prácticamente en todos los barrios”, sostiene, afirmando que dichas incidencias han tenido lugar “en alguna ocasión en zonas altas” de la ciudad, sobre todo en aquellas viviendas que disponen de sótano.
Vuelos afectados
Las conexiones aéreas de Melilla con otras ciudades españolas también se han visto afectadas por el aguacero.
Así, el vuelo Madrid-Melilla ha tenido que ser desviado al aeropuerto de Málaga debido a las inclemencias meteorológicas, “perjudicando” asimismo al vuelo Melilla-Madrid.
La intensa lluvia ha retrasado también el vuelo de las 07:20h con destino a Málaga, y el vuelo procedente de Granada ha tenido que esperar a que drenaran la pista de aterrizaje del aeropuerto para poder aterrizar sin problemas en la ciudad.
REPORTAJE GRÁFICO : JOSÉ MANUEL GINER
