Aunque algo más ordenado, el lugar sigue ofreciendo una mala imagen en una de las zonas más cuidadas de Melilla A lo largo del pasado año denunciamos al menos en un par de ocasiones que al adentrarse desde el barrio del Real en la calle Periodista José Mingorance, se vislumbraba una de las zonas más nuevas y cuidadas de Melilla. De hecho, según se avanza por dicha vía se aprecian anchas avenidas, cuidadas medianas ajardinadas y zonas públicas de reciente creación como la parte trasera del Parque Forestal Juan Carlos I Rey o la Granja Escuela Gloria Fuertes. Avanzando por la citada avenida y justo al llegar a la segunda rotonda en cuyo centro se encuentra el histórico aljibe en forma de seta, está la Residencia de Mayores y en otra de las esquinas, un espacio al aire libre que choca a la vista, por su dejadez y abandono en uno de los lugares más bonitos del espacio urbano melillense. Se trata de un solar cuya reja de entrada ya desentona totalmente con el entorno y qué decir del interior, a la vista de cualquier paseante, ya que está rodeado de un murete que sirve de base a una malla metálica desde la que se observan montañas de escombros y contenedores a modo de auténtico almacén público de desechos, de gran tamaño al aire libre, rodeado de bonitos espacios. Los vecinos de la zona se han quejado de esta situación en más de una ocasión en nuestra sección de "Los melillenses nos dicen" señalando que si la Ciudad Autónoma no le imprime otra utilidad al privilegiado solar, que al menos recubra de alguna manera su cerramiento para evitar la vista de su interior, colindante con el exitoso y pionero parque canino. Pues bien, de nuevo han sido usuarios de esta nueva instalación los que se han dirigido, una vez más, a esta sección para señalar que se han introducido algunas mejoras. Han retirado el camón aljibe oxidado y han ordenado los contenedores almacenados al aire libre, pero el cerramiento sigue igual por lo que los escombros y otros desechos continúan a la vista de los viandantes que circulan por el lugar y el solar imprime una mala imagen en una de las zonas más agradables de la ciudad.
