Una mujer podría quedar absuelta del presunto delito de quebrantamiento de condena por un fallo en el auto de la orden de alejamiento. En la resolución final se indica que es la víctima la que tiene la prohibición de aproximarse a la acusada, y no al contrario. Según denunció la perjudicada, la mujer se saltó la medida judicial para abordarla cuando ella llevaba a sus hijos al colegio. “Te voy a hacer la vida imposible, me voy a convertir en tu pesadilla”, le dijo presuntamente. El Ministerio Fiscal reclama una multa de 6.000 euros para una mujer por el presunto delito de quebrantamiento de condena. Sin embargo, la acusada podría librarse de la sanción por culpa de un fallo en el auto. Y es que, en vez de constar ella como la persona que no puede acercarse a menos de 300 de la denunciante, en la resolución final se recoge que es la víctima quien no puede aproximarse a la acusada.
El juicio por el presunto quebrantamiento de condena se celebró esta semana en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. La procesada, que permanece en este momento en prisión cumpliendo condena por otra causa, prefirió guardar silencio acogiéndose a su derecho a no declarar.
La denunciante, por su parte, relató que, pese a la orden de alejamiento que recae sobre la acusada, esta se le acercó en mayo de 2013. La víctima estaba desayunando con una amiga en una cafetería y, entonces, la procesada le abordó. Según relató, ya había tenido problemas anteriormente con ella que le llevaron a denunciarla nuevamente. «Ella me pedía 1.000 euros y que le retirase la denuncia», dijo ante la magistrada.
Según expuso, ante su insistencia terminó retirándole la última denuncia. Sin embargo, siempre según su testimonio, la procesada volvió a abordarle en la calle pidiéndole ahora que le pagara los 1.000 euros. En esta ocasión, el episodio que relató ocurrió cuando llevaba a sus hijos pequeños al colegio. «Te voy a hacer la vida imposible, me voy a convertir en tu pesadilla», aseguró que le dijo la denunciada en presencia de los menores. Todo esto ocurrió, según recordó, cuando ya se había dictado una orden de alejamiento sobre la acusada.
No habría quebrantamiento
Pese al relato de la querellante, el letrado de la procesada pidió que se dictara una sentencia absolutoria para su representada. Según expuso, el fallo en el auto de la orden de alejamiento supone que, en el caso de ser cierto los hechos que la sentaron en el banquillo, no habría quebrantado ninguna condena. El Ministerio Fiscal, por su parte, mantuvo la petición de condena con una multa de 6.000 euros.
Ahora, la juez tendrá que decidir.
