El empresario melillense Sergio Gustavo Martínez Ramos ha escrito un comunicado a Ana Botín, presidenta del Banco Santander para solicitarle que se evite o se retrase el cierre de la sucursal de Melilla que se encuentra en la Avenida Juan Carlos I alegando que esto afectaría negativamente a su actividad. Sergio Gustavo Martínez Ramos, empresario melillense, se ha dirigido a la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ante el anunciado cierre de la sucursal de Melilla ubicada en la Avenida Juan Carlos I, Nº 14.
Asimismo, ha indicado que el local lleva años dando un muy buen servicio de la banca y que se encuentra modernizado y acondicionado, por lo que ha insistido en que este se mantenga abierto.
“Puede que la ciudad no esté atravesando su mejor momento sanitario y económico debido a la pandemia, situación agravada por el cierre fronterizo, uno de los motores económicos de Melilla”. Sin embargo, ha destacado que saldrán adelante puesto que Melilla es capaz de explorar, orientar y encontrar la manera de encontrar nuevos focos de explotación y servicios.
En este sentido, ha destacado que CEME Melilla, con sus propuestas para reconducir la situación y doblegar la voluntad del país vecino por su cierre unilateral y no cumplimiento de acuerdos llevados a Europa.
“Sin duda nuestro régimen fiscal, muy desconocido en el resto del país, será motivo de proyectos del futuro, solo debemos de encontrar la manera de hacerlo”
Por ello, ha pedido a Ana Botín que se replantee el cierre de la sucursal ubicada en el corazón de la ciudad, o que al menos posponga su cierre durante un tiempo no solo por el servicio que esta da a los melillenses, sino también porque su entidad vería mermada su operatividad al aglutinar en una sola sucursal en Plaza de España a tantísimos clientes.
También, ha vuelto a destacar que su actividad en la Avenida genera múltiples servicios y beneficios para Melilla, y con datos propios, ha indicado que probablemente tengan un número de clientes entre 13.000 y 16.000. A este le ha unido que probablemente unos 8.900 jubilados de la ciudad, al menos un 40% pertenecen a ellos, por lo que esto sería un motivo añadido para rogarle que no cierre dicho punto.
Además, ha resaltado que dicho colectivo como sucede con otros no está preparado para la digitalización que supone el covid-19.
Por último, ha pedido un gesto por parte de la banca hacia los melillenses, por lo que significa para ellos el cierre de cualquier empresa, y ha solicitado nuevamente que permita mantener la apertura de esta.
