Podemos, UPyD, CCOO, UGT, SATE Stes, Guelaya Ecologistas en Acción y EAPN fueron los convocantes de la concentración de ayer en la que se rechazó el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) por considerar que va “en detrimento” de la población y “en beneficio” de las grandes transnacionales. Según los organizadores, se acercaron cerca de 150 personas.
Decenas de personas se concentraron ayer en la plaza Menéndez Pelayo para decir ‘no’ al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP). Según los organizadores de la plataforma (UGT, CCOO, SATE Stes, Podemos, UPyD, Guelaya Ecologistas en Acción y EAPN), cerca de 150 personas participaron en el encuentro para mostrar su rechazo al acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos que pretende equiparar las normativas de los dos bloques gigantes.
Según la plataforma ‘No al TTIP Melilla’, tanto este convenio como el Tratado de Comercio e Inversiones entre Canadá y Europa (CETA) suponen “un ataque decisivo contra los derechos y la soberanía real de los pueblos de Europa en beneficio de las grandes multinacionales y sus intereses”.
Los representantes de los partidos, asociaciones y sindicatos melillenses que impulsaron la concentración de ayer unieron sus voces para leer conjuntamente el manifiesto en el que denunciaron que estos tratados “afectarán de manera significativa a la vida y condiciones de empleo de los trabajadores”, además de vaticinar que “tendrán un impacto negativo en todos los sectores de la economía”.
Tanto en Melilla como en otros puntos de la geografía europea se ha censurado que ambos acuerdos hayan sido gestados “a espaldas” de la población “y de los propios dirigentes europeos” para impulsar los tratados de libre comercio. Como respuesta, la plataforma propone la creación de un Tratado Internacional de los Pueblos para el Control de las Empresas Transnacionales.
Las luces y las sombras del tratado de libre comercio
Algunos economistas señalan que el tratado de libre comercio entre Europa y EEUU (TTIP) ayudará a reducir los trámites burocráticos que deben cumplir las empresas para exportar e introducir nuevas normas que hagan más fáciles la exportación, la importación e inversión. Además, apuntan a que se reduciría el precio de los productos, lo que generaría mayor oferta y empleo. Sin embargo, las voces en contra del tratado aseguran que el TTIP va en detrimento de las PYMES; amenazan los convenios europeos de la OIT en materia de derechos laborales porque se antepondría la normativa americana; no juega a favor del cuidado al medioambiente ni la salud pública al eliminar trabas como las certificaciones de los productos y favorece las privatizaciones, entre otros argumentos.
