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Tres de los detenidos alojaban a los otros 10, inmigrantes marroquíes en situación ilegal en Melilla, en dos inmuebles abandonados del Real que se encontraban en condiciones “deplorables”
La Policía Nacional ha detenido a 13 personas, tres como supuestas responsables de varios delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y diez por infracción a la Ley de Extranjería, en un operativo policial contra la inmigración irregular.
En una nota de prensa, la Jefatura Superior de Policía de Melilla ha informado de que estas detenciones se han producido en el marco de una investigación en la lucha contra la existencia de pisos patera donde se alojan inmigrantes en situación irregular gestionados por otros residentes en Melilla.
La investigación la ha llevado a cabo la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF), que el 15 de julio detuvo a 13 personas en un operativo policial junto a efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) en dos edificios sitos en la barriada de El Real.
Uno de los detenidos es un ciudadano español que regenta un negocio de compraventa de objetos usados, el cual empleaba dos inmuebles abandonados para arrendar ilegalmente espacios a extranjeros en situación irregular cobrándoles por ello unos 200 euros mensuales por persona.
Este individuo era auxiliado por los otros dos detenidos y por un tercero, aún no detenido, quienes se encargaban de captar a nuevos inquilinos y efectuar el cobro mensual de los moradores, haciéndole entrega de la recaudación al arrendador.
En el transcurso del operativo en dos inmuebles, la Policía halló a diez ciudadanos marroquíes en situación irregular, algunos de los cuales declararon llevar residiendo allí desde hace varios años y que en los meses previos el número de inquilinos era muy superior debido a la presencia de ciudadanos tunecinos procedentes del CETI.
Según la Policía, los migrantes estaban alojados en estancias a modo de pequeñas habitaciones y con apenas espacio para una cama, distribuidas a lo largo de un pasillo donde se ubicaba un baño común, todo ello en unas condiciones de higiene y habitabilidad “deplorables”.
