Desde que el ser racional apareció en escena siempre hubo un fin en su actuación, bien sea creativa o depredadora. Y como tal, hoy, tenemos mucha más dados los avances que por experiencia, desarrollo y memoria se han conseguido. Esto no quita que siga siendo el único animal, incluidos los irracionales, que pega con la cabeza dos veces en la misma piedra.
A partir de ahí, tenemos lo natural y lo ficticio, incluyendo el amor o la atracción por aquella o aquello.He incluimos a toda aquella actividad que de hecho o pensamiento desarrollamos para alcanzar algo, por el que el ego quede satisfecho.
Decir que la política es creación de ahora, como que no; otra cosa es que hoy tengamos el cerebro “carcomido por los gérmenes de la ignorancia” dado que siempre ignoraremos cual es o será el resultado de lo hecho, pensado o efectuado, que por supuesto este se añadirá a nuestra experiencia, la que debiera ser suficiente para que el llamado progresismo, nuestro desarrollo en sí, fuese suficientemente respetado para no repetir equivocaciones. Solo con repasar la historia debiera ser suficiente para facilitarnos el paso a seguir en el sucesivo desarrollo de la misma,teniendo en cuenta que eso nos daría un verdadero progresismo y no la “patochada” con la que los tocados por la gracia de la demagogia,colocándosecomo únicos adalidesde la verdad o mejor dicho, de su verdad, lo cual les coloca en la raya del totalitarismo, ese al que desprecian tanto, solo por su intervencionismo; cuando la realidad es que hasta los más democráticos intervienen y condicionan contra nuestra voluntad, sea esta pasiva o reaccionaria con razón, imponiéndonos contra toda lógica natural aquello que a ellos les convengan desde el lobby (grupode presión) de logia, donde el que más tiene más puede ante la Administración del Estado, de ese que dicen es el estado de todos; siendo cierto que el estado de todos no es el mismo, ya que unos andan sueltos y otros agarrotados, unos con curva de la felicidad y otros con la hebilla del cinturón en el último ojal, porque se le caen los pantalones… ¿o no? Y por supuesto siempre y cuando puedan tener cinturón.
Y es ahí hasta donde nos quieren llevar ¿los entendidos? Desde la interpretación de su democracia hasta el corral de propiedad ajena. Ejemplo tenemos el entendimiento que hay en asunto del resultado de elecciones, donde los últimos son los primeros o de aquel otro que si puede intervenir en la producción de otro Estado, tal y como nos han reducido a nosotros la U. E. Mientras que a su vez en el acerbo global se manifiestan por lotransgénico y desertización de zonas verdes de la naturaleza en general para alcanzar el máximo beneficio a costa del aborigen y su ecosistema. Claro que, para todo, hay traidores y ambiciosos del bienestar de los demás, justificándose ellos conque “el fin justifica los medios”.Por eso, solo por eso, no podemos tolerar más, que tres novatos, nos vendan el futuro de la familia, del Estado y de la democracia, dejando a la razón sin espíritu como si fuera sólo un razonamiento animal y por tanto, irracional manera de ver y preservar el futuro.
No es lógico ver lo que se esta contemplando, aunque esté dentro de los plazosde un texto de imprevisionesde lo ocurrido, por permitir que la friolera de 56 partidos políticos o partidillos sin familia, se presenten a unas elecciones nacionalmente generales.Y encima que el ganador quede a expensas de los perdedores o no victoriosos, cuando estos últimos presentan candidaturas y programas diferentes, diferenciados de tal manera que aún hoy, desde el 25 de Diciembre, no han podido llegar a un acuerdo sensato.¿En 4 meses?… Piense usted lector, ¿Cuál es su fin?
