Mónica Gracia es secretaria general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) desde 2013. Antes de que la organización se enfrente a un nuevo Congreso Nacional, hace balance en esta entrevista con MELILLA HOY.
– El SUP está a pocos días de celebrar su Congreso Nacional. ¿Qué valoración hace de estos últimos años al frente del sindicato?
– A nivel nacional ha sido una época muy complicada a nivel sindical porque hemos tenido un equipo ministerial en el que el diálogo era inexistente. Hemos vivido un retroceso, sobre todo queriéndonos imponer un carácter militar y alguien se ha olvidado de que la Policía es civil. La verdad es que la nota no llegaríamos ni a cero. Esta etapa ha sido una de las más nefastas para la Policía. Si a eso le añadimos la imagen que se ha dado de nuestro colectivo de un sector muy concreto, que se ha preocupado más de sus cuestiones personales que de las profesionales, se ha dañado mucho nuestra imagen como institución. Así que pensamos que ha sido una etapa oscura, que esperamos que con este nuevo equipo ministerial mejore, que haya un relevo en la nueva junta de Gobierno y que la Policía vuelva a estar en el sitio que se merece. Hacemos infinidad de intervenciones brillantes y por desgracia lo que queda siempre es lo negativo.
– La frontera centra la mayoría de las reivindicaciones de los sindicatos policiales…
– Los días 20, 21 y 22 de junio en Toledo tenemos el Congreso Nacional. El Comité Regional del SUP de Melilla ha hecho una propuesta del reconocimiento a los compañeros que están en las fronteras. Lo primero que hay que poner sobre la mesa es que somos la frontera hacia Marruecos, somos la frontera exterior y se tienen que dotar. No están catalogadas, no existen como tal, y por eso va a presentar en el Congreso Nacional. Esperamos que todos los delegados lo apoyen porque es una demanda justa que los compañeros que están en las fronteras tengan ese reconocimiento como frontera porque eso llevaría de la mano la ampliación en número de efectivos y la ampliación de la situación en la que están trabajando.
Cuando decimos que deben estar catalogados, nos referimos a que tengan una estructura propia. En estos momentos, dependen de la Jefatura Superior y es un continuo parche que se va reponiendo de compañeros que los sacas de diferentes servicios. Catalogándolos, tendríamos en la frontera policías con la formación adecuada, una estructura estable de compañeros que no estás moviéndolos de un sitio a otro y sobre todo, el número de recursos humanos y materiales necesario para poder hacer el trabajo con eficacia. Esto es lo que ocurre en cualquier puesto fronterizo de los que tiene España con Francia, Algeciras, con Portugal… El tema de Ceuta y Melilla es excepcional que no tengamos estructura propia.
– Estos días se habla mucho de las limitaciones que se están poniendo al comercio atípico en la frontera de Melilla. ¿El SUP cree que deben prolongarse más allá de la Operación Paso del Estrecho?
– Además de la catalogación, tenemos otro problema con el comercio atípico. Se ha hecho un parche político, ahí no se están preocupando del ciudadano que pasa, sino les interesa el comercio verdaderamente y nosotros como sindicato denunciamos que eso se tiene que reinvertir. Es verdad que se tiene que ordenar, tiene que haber ese comercio, pero se tiene que hacer de otra manera, no se pueden estar haciendo parches de manera sistemática, se tiene que buscar la ordenación, que paguen todos los aranceles, porque al final lo que se está haciendo es jugar con personas. Son humanos y para nosotros eso son explotaciones. Por eso decimos que aquí lo único que hay es un interés político y no se adoptan medidas para regularlo. Y si nos preocupáramos además de eso de los ciudadanos como transeúntes, como en cualquier otra frontera, tendríamos que decir que esta frontera es tercermundista. Los medios dejan mucho que desear. Y si además somos el país de Europa donde se han solicitado más asilos, estamos además sobrecargando el día a día de los compañeros de lo que ya es propiamente el control. Quiero recordar que en 2015 hubo casi 5.000 solicitudes de asilo, eso supone una carga para los compañeros además de lo que es el propio control.
Por eso decimos que se tiene que dotar de más efectivos para poder desarrollar el trabajo en condiciones y no seamos los policías los que sobre nuestras mochilas estemos desarrollando esa labor con nuestra profesionalidad: los compañeros muchas veces no pueden librar, derechos adquiridos deben renunciar a ellos… no puede ser a costa del policía. Y además, a nivel nacional, nuestras retribuciones dejan mucho que desear. Somos la Policía con más competencias y la peor pagada del Estado. Como sindicato demandamos que se preocupe. Es verdad que los Presupuestos están ya casi cerrados, pero pedimos para los próximos que la seguridad sea una prioridad. Todos hablan de Educación y Sanidad, pero sin seguridad, todos esos derechos se ven truncados. Y la Policía Nacional tiene que estar retribuida como lo que es, la Policía con más competencias. Es muy desolador, pero en sitios como Melilla, donde la carga sobre todo en las fronteras es un agravante, es todavía peor.
– El inicio de la OPE está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo se plantea este año?
– Se van a incorporar en estos días policías en Atribución Temporal de Funciones, que vienen tres meses para esta OPE. El problema que vemos como sindicato es que a estos compañeros no se les da una formación, aunque tengan ciertos requisitos. Es un parche, estos compañeros van a estar aquí tres meses de apoyo, pero nosotros como sindicato demandamos que se tienen que crear esos puestos, dotar a esos agentes de formación y que tenga prolongación en el tiempo. En tres meses, cuando cogen la dinámica del trabajo se tienen que volver. Por eso solicitamos que se creen los puestos y estos agentes se queden en la frontera, independientemente de la plantilla de Melilla. Es verdad que toda mano es bien recibida y van a desarrollar una labor, pero como en cualquier trabajo, en tres meses podrían dar más si estuvieran con una plaza fija. Se podría dar un mejor servicio. Es una medida insuficiente.
– La Jefatura vive un periodo de transición, ya que en pocos días toma el mando un nuevo jefe superior. ¿Qué espera el SUP de esta nueva etapa?
– Principalmente, lo que hace falta es diálogo. Nosotros como sindicato apostamos por el diálogo porque es la mejor manera de poder trabajar y conseguir cosas. Somos un sindicato reivindicativo, pero a la vez responsable, e intentamos siempre mejorar las condiciones de nuestros compañeros en Melilla. Así que le tendemos la mano al nuevo jefe, como no podía ser de otra manera. Nos va a tener de su lado para poder trabajar, pero siempre dentro del respeto que se merece el colectivo. Si viene con la intención de imponer y no de dialogar, entonces no nos tendrá a un lado, sino enfrente, como hemos hecho siempre como sindicato mayoritario de la Policía. Y le pedimos al jefe superior que luche por Melilla, los ciudadanos se lo merecen y se nos tiene que dotar de mejores medios materiales y humanos. El modelo delincuencial ha cambiado y necesitamos defensas extensibles, Táser (arma de electrochoque) y más personal. Le pedimos que luche por que la ciudadanía en Melilla tenga mejor dotados a los policías de medios materiales y humanos.
– La mejora del paso de Farhana ha sido una de las principales reivindicaciones del SUP. ¿Qué le parece el resultado final?
– Las obras están terminadas, y están entregadas, pero hay unas deficiencias que hay que ir arreglando. Con el delegado de prevención de riesgos laborales vamos a hacer un informe. También ahora necesita más personal, al haberse reestructurado, esta frontera necesita un mínimo de agentes que antes no necesitaba. Estamos luchando para que se cubran los filtros documentales con todo el personal operativo que se necesita y dotarla de más medios para que los compañeros puedan realizar la labor. Era necesario actuar en esta frontera, porque cuando nosotros hicimos la denuncia, tal y como estaba, parecía que se hubiera retrocedido cien años en el tiempo.
