Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Atril ciudadano

¿Te acuerdas papá?

¿Te acuerdas papá de aquella noche memorable de verano en la que pescamos trescientos cincuenta kilos de sardinas? Calamos por fuera de El Peñón del Cuervo, ¿te acuerdas? ¡Qué emoción y cómo nos afanábamos durante la madrugada para estar francos al amanecer! Había que desenmallarlas una a una, y con cuidado; no fuésemos a destrozarles las cabezas y perdieran «la vista» para posibles compradores.

Echamos, al menos, seis horas de faena entre el desenredo y conservación en aquellos bidones negros con barras de nieve compradas en la carbonería de El Palo, a la entrada de Las Cuevas, que fuera propiedad de tu familia tiempo atrás, ¿verdad papá?
Fue la misma noche que nos acompañaron por la proa aquellos dos delfines que dejaban sus alucinantes siluetas fosforescentes jugando con aquel viejo barco de motor intraborda, ¿qué fue de él? Luego el anclaje y desembarco cerca de la orilla, frente al Padre Ziganda, para vender la fresquísima mercancía en aquel mercadillo improvisado de los domingos por la mañana. Y mi vergüenza para representar el papel de vendedor que pregona su pescado fresco… Yo, un aficionado a la Filosofía…, y en el barrio que me vio nacer… ¡Qué vergüenza!
¡Y qué pesquerazo, papá! Aún conservo el peso de platillos y las pesas de hierro que utilizamos aquel maravilloso domingo de agosto.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€