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CINE

T R A C E R S

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Director: Daniel Benmayor
Intérpretes: Taylor Lautner, Marie Avgeropoulos, Adam Rayner
Se llama tracers (del francés traceurs – traceuses) a los practicantes del Parkour, disciplina física de origen francés, derivada del término "parcours du combattant", un tipo de entrenamiento militar en circuito de obstáculos. En esencia, parkour es el arte del desplazamiento rápido y eficiente, mediante técnicas como volteretas, saltos y escalada. A medida que se ha ido desarrollando, se ha visto vinculado a muchos aspectos del desplazamiento y la mayoría de sus practicantes considera que simplemente se refiere a trasladarse por un entorno. Los tracers se esfuerzan por expresarse mediante la creatividad, fluidez y belleza física de su movimiento.

En la última década, el parkour ha experimentado un gran auge a nivel mundial y se han formado comunidades en todos los rincones del planeta. Desde clases específicas e instalaciones deportivas, a su difusión en cine y televisión, la disciplina ha captado la atención de los espectadores de todo el mundo. Pese a su habitual representación como una actividad extrema y peligrosa, pone mucho énfasis en la seguridad, la preparación física y el avance gradual.

Se suele decir que el entrenamiento es "20% físico y 80% mental", y que a menudo los obstáculos más difíciles de superar se encuentran en la propia mente. La falta de confianza en uno mismo y el miedo al compromiso son los primeros obstáculos que debe afrontar un traceur, sólo cuando los ha superado puede alcanzar su máximo potencial físico. Al igual que la preparación física que exige el parkour refuerza el cuerpo del practicante, la preparación mental lo transforma en una persona más segura, creativa y amoldable en todos los aspectos de la vida. Para mucha gente, el entrenamiento en parkour es una forma de llegar a un estado casi zen que permite ignorar todas las distracciones externas y alcanzar la paz mental. Desde Francia, el parkour dio el salto a Estados Unidos, haciéndose muy popular en ciertas zonas urbanas.

Cam (Taylor Lautner) malvive como mensajero, jugándose la vida con su bicicleta sorteando el denso tráfico de Nueva York, mientras intenta pagar sus deudas. Es huérfano y su única ilusión es volver a poner en marcha el destartalado que perteneció a su padre, su única herencia. Un día, choca con su bici contra Nikki (Marie Avgeropoulos), una hermosa joven que desaparece rápidamente. La bicicleta de Cam, su único medio de poder ganar algún dinero, ha quedado destrozada. Cuando Cam vuelve a su trabajo, acosado por sus acreedores, descubre que alguien le ha llevado una bicicleta nueva. No puede ser nadie más que la chica que le atropelló.

Cam consigue localizar a la enigmática Nikki, que forma parte de un grupo de tracers, una banda callejera que emplea el parkour para llevar a cabo sus robos. El mundo de Nikki seduce a Cam, llevándole a lugares que nunca ha conocido y proporcionándole un lucrativo trabajo. Pero el férreo control que Miller (Adam Rayner), el líder de la banda, ejerce sobre todos ellos pronto convertirá el juego en algo mucho más peligroso.

Marty Bowen, productor junto con Wyck Godfrey de "La Saga Crepúsculo: Amanecer (Parte 2)" y "Un lugar donde refugiarse"), entre otras, leyó hace años un artículo sobre la estética del parkour y tuvo la idea de hacer una película de acción ambientada en ese mundo. Bowen conocía el trabajo del director Daniel Benmayor por su película "Bruc: El desafío", pareciéndole que tenía una gran sensibilidad visual.

Posteriormente, vio muchos de sus trabajos publicitarios y se quedó gratamente impresionado. Nos dice: "Mi socio en Temple Hill, Wyck Godfrey, y yo estábamos buscando algo que pudiéramos hacer con Daniel". Bowen le mostró a Benmayor el guión de Tracers (escrito por Matt Johnson), para conocer su enfoque. "Un par de semanas después, recibí algo en mi oficina con una nota que decía: 'Me he tomado la libertad, ya que estoy a casi 5000 km de distancia de vosotros, de montar algo que me parece que refleja mi visión del filme'. Normalmente, cuando alguien hace algo así, utiliza elementos de distintas películas, los monta juntos, le añade su propia música y eso es lo que te presenta. Pero Daniel fue más lejos y rodó una escena que ni siquiera estaba en el guión original, y lo contratamos inmediatamente para dirigir Tracers". Daniel Benmayor se crió en Barcelona, donde estudió Dirección, Guión y Publicidad. En Nueva York, obtuvo un master en Dirección por la Universidad de Nueva York.

Hasta ahora, había trabajado en publicidad imprimiendo a sus anuncios una pícara alegría de vivir, tanto si se trata de una jauría de galgos corriendo por una ciudad en el anuncio "Rabbit" de VW Golf, como si son coches de carreras avanzando por un circuito con movimientos de vals en "Let's Dance" de Pirelli, o a una novia descontrolada persiguiendo a un escurridizo intruso en "Boda" de Converse. Benmayor confiesa: "Me gusta mucho jugar con la energía. Ésta puede venir de una mirada, no sólo de la acción y la aventura. Tiendo a la narración centrada en el aspecto visual". También ha dirigido anuncios para la PlayStation de Sony, Vodafone y Mercedes, y ha trabajado con algunas de las agencias publicitarias más importantes, como Anomaly New York, DDB Barcelona y TBWA/Chiat/Day Los Angeles, entre otras.

Debutó en dirección de cine con el thriller "Paintball" (2009), a la que siguió "Bruc. El desafío" (2010), una aventura de acción histórica. Tracers es su primera película en Estados Unidos. El principal reto de Tracers era encontrar actores que resultaran creíbles. Para el papel de Cam, no hallaron otro mejor que Taylor Lautner, hasta el extremo que ni siquiera su doble, el especialista que le enseñó parkour, sabe hacer cosas tan bien como Taylor.

El coordinador de especialistas y director de la segunda unidad, Gary Powell, el ayudante de coordinador de especialistas Lee Morrison y su equipo, que se encargaron de las tres últimas entregas de Bond y de las tres películas de Bourne, se han ocupado tanto de entrenar a actores como de la ejecución de las escenas más arriesgadas y su coreografía. Los especialistas son los héroes olvidados, el espectador sabe que están ahí, ellos tienen que meterse en la acción sin que notemos la diferencia y conseguir que creamos que el actor, o actriz, vuela por los aires, corre por tejados o desciende esquiando por laderas imposibles e infranqueables.
"Cuando empiezo a trabajar en una nueva película, sobre todo con un actor o actriz a los que no conozco, siempre intento hacerles una evaluación física cuanto antes para determinar cuánto tiempo de preparación voy a necesitar con ellos", explica Powell. "Así que, muy al principio, en Los Ángeles, reservamos una hora en Tempest Free-Running y organizamos una sesión. Aparecí con Taylor y le presenté a la gente de allí, seguramente no llevaba más de diez minutos cuando me acerqué a Taylor y le dije: 'Bueno, creo que me voy a ir, porque estoy encantado con lo que veo', y me fui, porque Taylor era increíblemente sensacional.

Su energía y su capacidad atlética son asombrosas. Supe que este trabajo iba a ser mucho más sencillo, porque siempre te encuentras con directores y actores que dice que quieren hacer todas sus 'cosas', pero en el caso de Taylor sabía que era físicamente más que capaz de hacerlo y no me preocupaba lo más mínimo. Está sobradamente capacitado para todo", afirma Powell. "Lo cierto es que la única razón por la que no hizo el 100% de todas y cada una de sus escenas, sino más bien el 95%, fue por cuestión del seguro y por prudencia, y no tuvo absolutamente nada que ver con su falta de capacidad".

Gran parte de la historia de Tracers transcurre en los tejados de Nueva York. Llevó mucho tiempo buscar esos tejados porque, según Powell, "Lo que hace que quede tan bien es que el parkour se hace de verdad, sin trampas. Si estamos a gran altura, estamos a gran altura; si saltamos una gran distancia, saltamos una gran distancia. No está retocado por ordenador". Para él, si es fácil, no tiene gracia.

El rodaje de Tracers se llevó a cabo por toda la gran área metropolitana de Nueva York. El director de fotografía Nelson Cragg, nominado al Emmy, ha captado algunos de los lugares más representativos de la ciudad. Cragg , joven y de nueva escuela, coloca su cámara a pie de la acción y mete a los espectadores en la película. La sensación de realismo de Tracers se refuerza con la forma de hacer que Nueva York se convierta en un personaje más de la película.

Poco más queda por añadir. Si les gusta la acción, no se la pierdan, porque es el principal ingrediente de la película y su mayor mérito y atractivo, ya que el guión, como suele suceder en este género, carece por completo de originalidad.

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