En declaraciones realizadas por Pepe Oubiña, portavoz de la Plataforma Stop Desahucios de Melilla, manifestó que el motivo que les ha llevado a convocar esta protesta es “la campaña de islamofobia que está realizando la formación de extrema derecha española”.
La manifestación se convocó en la Plaza del Comandante Benítez, comenzando con un grupo reducido de personas, que poco a poco se fueron sumando durante su recorrido por la Avenida Reyes Católicos, Plaza Torres Quevedo, Luis de Sotomayor y Avenida de la Democracia, hasta llegar a Plaza de España, donde se concentraron finalmente cerca de ochenta personas. Desde este lugar, donde cinco minutos antes se acababa de celebrar un mitin de VOX, Pepe Oubiña quiso hacer hincapié en que se trataba de una manifestación “pacífica” y a continuación pasó a leer un manifiesto reivindicativo por la libertad y los derechos de las personas, donde indicaba que “nadie tiene que venir de ningún sitio a decirnos cómo tenemos que rezar, amar o vivir nuestra vida. Todos somos libres y no nos hace falta que ningún rambo defienda nuestras fronteras”. “Somos una ciudad símbolo de la convivencia que siempre nos ha caracterizado”, puntualizaba.
Durante su intervención, aclaró que lo que piden es “diálogo” y que se abran “de una vez por todas las fronteras, porque son muchas las familias que desde su cierre se han quedado estancadas”. “Hace poco tiempo el partido del boina verde”, refiriéndose de este modo al líder de VOX, “celebraba la negativa por parte del Gobierno de Marruecos al paso del Estrecho, siendo una gran fuente de ingreso para comerciantes de Algeciras, Málaga, Almería, Ceuta y Melilla”. Acto seguido, finalizó este llamamiento a la solidaridad puntualizando que “después de la terrible pandemia que hemos sufrido y la situación por la que ha pasado la hostelería, comunicamos al partido xenófobo de la ultraderecha que menos bandera y más lucha obrera”.
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Mientras tanto, en Marruecos no hay libertad religiosa, la poligamia está permitida, existe la servitud de hecho y la libertad sexual y de conciencia están mucho más limitadas.
Vox tiene un programa parecido al de los islamistas: derechos a la religión, familia patriarcal conservadora y poder a los padres sobre la educación de los hijos sobre todo para evitar que estudien civismo y educación sexual.