El Gobierno, que no contabiliza los rechazos en frontera “al entender que no han entrado en nuestro país”, sí lleva la cuenta de cuántos intentos de entrada se producen en la valla fronteriza y cuántos de ellos se traducen, finalmente, en accesos irregulares a Melilla. Según los datos que ha ofrecido en una respuesta parlamentaria, en 2016 se produjeron alrededor de 4.000 intentos de salto a la valla, de los que 332 lograron entrar a la ciudad, es decir, sólo un 7% del total.
La respuesta del Gobierno a una pregunta del diputado socialista Antonio Trevín señala que en el año 2015, se produjeron 4.500 intentos y 159 entradas, lo que supuso una disminución de un 68% respecto a las producidas en 2014, año en el que se produjeron 18.000 intentos y 2.229 entradas. Según el Ejecutivo, este descenso está motivado principalmente por la cooperación de las Fuerzas de Seguridad españolas y marroquíes. “Esta acción conjunta reduce considerablemente el número de incidentes”, afirma el Gobierno.
También apunta que “España mantiene con Marruecos unas excelentes relaciones no sólo en el ámbito migratorio, sino también en la cooperación en la lucha antiterrorista y contra el crimen organizado, y especialmente, en la lucha contra el tráfico de seres humanos”. Asimismo, recuerda que “España respalda y participa activamente en los esfuerzos de la Unión Europea (UE) para mejorar la gestión de los flujos migratorios”, con “el objetivo más inmediato de estos esfuerzos de evitar la pérdida de vidas humanas”. “Para evitar que proliferen las llegadas irregulares de emigrantes, España privilegia la cooperación con los países de origen y tránsito”, agrega el Gobierno.
