La jubilación da más tiempo para pensar, escribir, leer, pasear y un sinfín de cosas que se han dejado, un tanto relegadas, en tiempos de actividad laboral. Lo que escribo ahora lo comenté en varias ocasiones con mis superiores para aportar un poco de luz en medio del despropósito. Y con ello no quiero decir que el medicamento genérico sea un despropósito, nada más lejos de la realidad. Antes de nada, y para evitar el "y tú más", digo que lo que voy a describir arranca con todo los Ejecutivos que han gobernado desde la aparición de los genéricos (léase PSOE y PP) y opino humildemente que son estos partidos, y los que quieran agregarse, los que deben pactar una solución definitiva al tema de los genéricos. Debo decir, así mismo, que hay determinados tabúes que hay que romper y que no son ciertos como que: "los genéricos son menos eficaces que los que llevan la marca comercial", "producen reacciones alérgicas" y muchas más que nos haría llenar una o más páginas de desvaríos. También es preciso decir, para centrar el tema, que cualquier laboratorio tiene derecho a fabricar genéricos, si lo desea, para entrar en la competencia y la competencia siempre es buena para el producto en cuestión-siempre que dichos laboratorios cumplan con los controles de calidad por los organismos competentes-.
Se preguntarán, a estas alturas del artículo, queridos lectores cuál es el despropósito de los genéricos. Hay dos que son muy importantes, a saber: Cada laboratorio tiene un envase o caja diferente para el genérico que se trate, el color de las pastillas, diferente según el laboratorio. ¿Qué consecuencias trae esto?. Pues que los que no saben leer ni escribir se rigen por tamaños, envases y colores de envases y pastillas. Hemos comprobado muchas veces en la consulta que viene el enfermo a por las pastillas coloraíllas para el azúcar, si ahora le dan el principio activo con pastillas de color verde y ese color de pastilla ya lo toma para el corazón se puede liar la de Dios es Cristo.
Pero como los españoles somos así de chulos, no quiero ni pensar que a los laboratorios se les ocurra poner en una esquina del envase la bandera de la Autonomía a la que va destinado el lote,
porque el desplazado por vacaciones u otro motivo y tenga que repetir tratamiento puede ser que hasta cante el "Asturias patria querida". Señores políticos y sanitarios no tomen esto cómo una crítica ácida, tómenlo como algo constructivo que ayude a las personas mayores, a los analfabetos y a todos aquellos que se líen con la diversidad, de los laboratorios, en un mismo genérico. Es muy fácil, cada laboratorio que fabriquen los genéricos que quieran pero, si fabrican Metformina por poner un ejemplo, que el envase sea igual y el color de las pastillas para todos los laboratorios que fabriquen ese principio activo y en una esquinilla del envase pongan el nombre del fabricante en letra pequeña y hasta la bandera autonómica si quieren, pero por favor no líen más a los pobres enfermos. Y es que como dice aquel, "sobre gustos, colores…y genéricos no hay nada escrito.
