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Sindicatos policiales piden un aumento de plantilla si se abre un quinto paso fronterizo

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La Ciudad Autónoma quiere que Melilla tenga un quinto paso fronterizo, que se ubicaría entre los puestos de Beni-Enzar y Barrio Chino, antes de que abra el futuro centro comercial dentro de un año. Ante esta petición, que el presidente melillense, Juan José Imbroda, reiteró el martes al ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, los sindicatos policiales reaccionan con cierta reticencia. En declaraciones a MELILLA HOY, tanto el Sindicato Unificado de Policía (SUP) como la Unión Federal de Policía (UFP) advierten de que ese objetivo de abrir una nueva puerta entre Melilla y Marruecos debe conllevar necesariamente un incremento de plantilla y medios para el Cuerpo, además de un reconocimiento a los agentes de frontera con la catalogación que reclaman desde hace años, que conllevaría una mejora retributiva y una adecuación específica para un puesto de trabajo tan exigente.

Ambos sindicatos, que suelen diferir en sus planteamientos, están totalmente de acuerdo en este aspecto cuando se les pregunta su opinión sobre la hipotética apertura de un quinto paso fronterizo como plantea la Ciudad Autónoma. Los dos, SUP y UFP, son claros al subrayar que con la plantilla actual no se podría cumplir ese deseo expresado varias veces por el presidente Imbroda, ya que con la situación actual es “claramente imposible”.
Así lo expresó ayer el secretario general del SUP, Jesús Ruiz Barranco, convencido de que abrir un nuevo paso fronterizo habilitado pasa necesariamente por aumentar el personal operativo y que esté catalogado, algo que actualmente no ocurre con ningún agente de la Policía Nacional destinado en la frontera como sí pasa con policías que trabajan en otras unidades específicas.
Ruiz Barranco cree que el esfuerzo que hacen los agentes en los pasos fronterizos entre Melilla y Marruecos debe estar compensado con un complemento específico retributivo anexo a su catálogo. “Ese trabajo no se compensa con buenas palabras. La Administración debe hacerlo con más medios y cursos formativos, es su obligación”, apuntó el responsable del SUP, a quien ya no le vale el argumento de la crisis económica “para no subir ni un céntimo” las retribuciones de los agentes.
Este sindicato lleva al menos cuatro años detrás de esta reivindicación, que reitera ante la posibilidad de que se abra otra frontera. Con la catalogación, insiste, se podrían hacer concursos específicos de méritos para que nunca haya falta de policías para la frontera. Además, se podría actualizar el actual catálogo, que está “desfasado” desde 2008 y, por lo tanto, “no está adaptado a las necesidades del personal”, que se han “agrandado en todos los sentidos” durante los últimos diez años.
Por todo ello, se mostró muy serio al advertir de que si se materializa esta idea de abrir otra frontera, el SUP está dispuesto a tomar medidas legales y de presión ante la Administración pública para que los puestos de frontera sean catalogados “de una vez por todas”.
La UFP piensa lo mismo en este aspecto. A juicio de su portavoz, Enrique Travieso, Interior no puede aplicar en Melilla la Ley por la que el reparto de efectivos se realiza según la población. “¿Qué ciudad de España tiene cinco pasos fronterizos, un puerto y un aeropuerto? No se pueden coger unos zapatos de la talla 38 y meter en ellos un pie del 44”, apuntó Travieso, que señaló a la Operación Paso del Estrecho (OPE) como ejemplo de sus palabras.
Según dijo, los agentes destinados en la frontera para atender el mayor trasiego de personas no han sido suficientes, con lo cual “lo serán menos” si hay un nuevo paso fronterizo. Y además, UFP cree que los cuatro pasos que ya hay “están mal gestionados”, de modo que si al final se decide abrir un quinto, deberá llevar aparejado un incremento de personal y medios.

Falta de información
Otra de las cuestiones en las que coinciden UFP y el SUP es la falta de información que se ha dado a los sindicatos sobre la hipotética apertura de otra frontera, aun cuando se trata de una posibilidad que lleva hablándose más de tres años.
“Hablar de que se va a abrir una frontera nueva es fácil, pero no desde la parte operativa porque no se ha detallado ni siquiera qué tipo de frontera será, si de vehículos, peatones o mixta”, apuntó Ruiz Barranco. El hecho de que el martes Imbroda lo hablara con el ministro y posteriormente lo diera a conocer a la opinión pública es, según el responsable del SUP, “una forma buena de darle publicidad”, pero aporta poco porque “no se ha pensado aún en la operatividad y eso es esencial. Sin operatividad, no se puede abrir una frontera”.
A la UFP también se le acumulan las preguntas, como cuál sería el cometido de la nueva frontera, cómo se va a hacer efectivo y qué ocurrirá con el comercio atípico. Además, insiste en que los cuatro que ya hay no se han optimizado para dar total satisfacción a las necesidades actuales, por lo que confió en que no ocurra lo mismo con el nuevo en caso de que se abra al final, para lo que considera que se tendrá que hacer un estudio.

Comisario de fronteras
Pese a estas reticencias, y siempre que se atiendan las reivindicaciones, el SUP mostró su opinión favorable a la apertura de otra frontera. Cree que es necesaria, teniendo en cuenta cómo ha aumentado la actividad y el trabajo policial en los cuatro pasos actuales durante los últimos años por el comercio atípico, la OPE y la inmigración irregular, además de la alerta antiterrorista.
En este sentido, el SUP defendió la posibilidad de que en la Jefatura Superior se nombre a un comisario de fronteras para que se encargue de gestionar el personal, lo que liberaría de trabajo al jefe superior para centrarse en otros temas operativos como el control de la delincuencia.

“Ahora se dan cuenta de que la frontera incide en la economía”

Según dijo Imbroda, el nuevo paso estaría ubicado entre las fronteras de Beni-Enzar y Barrio Chino, justo donde hace dos años, en julio de 2014, se inauguró una glorieta y un vial que conecta la circunvalación con el Sepes por encima del arroyo Mezquita. De esta forma, se podría dar respuesta al aumento de tránsito que dará lugar en la zona la apertura del futuro centro comercial.
Sobre esta cuestión, el responsable del SUP recordó que es un asunto que también depende de Marruecos. “Como siempre, el problema lo tendremos nosotros”, pronosticó Ruiz Barranco. La experiencia se lo dice, pero también la lógica de que no se puede abrir una frontera aquí sin que el país vecino haga lo propio en su parte. “Si se quiere abrir una nueva frontera, debe ser ágil y segura”, resumió.
Para la UFP, “la idea del centro comercial bien aprovechada podría satisfacer en mucho el tránsito fronterizo”. Y al hilo, se hizo eco de las declaraciones de Imbroda en las que recordaba que el proyecto de abrir otra frontera es esencial para el desarrollo económico de Melilla. Esto, según Travieso, da la razón a la UFP cuando ha venido insistiendo desde hace años de que una mala planificación fronteriza puede dar al traste con la economía melillense. “Ahora se han dado cuenta”, lamentó el portavoz de este sindicato.

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Redacción

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