Icono del sitio MelillaHoy

Simón Sánchez Delgado, in memoriam

«El animismo infantil es la tendencia a concebir las cosas como vivas y dotadas de intenciones» Definición de aquello que hacíamos de niño con los Madelman, los clicks de famobil o los coches. En mi caso ocurrió con un Lancia Beta 1300, yendo incluso un paso más lejos: identificar al vehículo con su dueño. De tal manera que Simón, mientras fui niño, se desplazaba con tranquilidad y seguridad, elegante, discreto y sereno.

En mi última conversación con él, hace unos años, seguía conservando ese motor fiable, aún cuando ya hacía décadas que había cambiado de coche. La dualidad Simón-Maruja, indeleble al paso del tiempo, dejó huella en mi entorno, y así será también en adelante, pues lo bueno y verdadero siempre queda, fielmente asido a la memoria de mi padre, y por tanto a la mía.

Hace años un profesor me habló de la virtud que reside en elegir ser bueno siendo inteligente, y esa opción elegida por él me lleva a Machado, poniendo con estos versos fin a este pequeño homenaje a una buena persona.

“….y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.”

Descansa en paz Simón, hasta siempre.

Víctor Torres Amat

Víctor Torres Amat

Acceda a la versión completa del contenido

Simón Sánchez Delgado, in memoriam

Salir de la versión móvil