Por Francisco Benítez Muñoz
Otro gran melillense, gran comerciante que quería a Melilla y a todos los melillenses, familiar ejemplar, fue un hombre que ayudó a muchísima gente, pero siempre en el anonimato.
Por decir algo deportivo, de no haber sido por un préstamo importantísimo que realizó a la U.D. Melilla, el equipo hubiese desaparecido en la temporada 2001-2002.
Gracias Tata, te puse el escudo de oro de la U.D. Melilla, pero te merecías un reconocimiento más grande.
Tata, tuvimos muchas relaciones de trabajo por tu parte y por la mía, y siempre fuiste un caballero.
A tu gran señora, hijos e hijas, nuestro gran pesar, siempre lo recordaremos.