Conscientes de nuestra fabilidad humana –y además no deseamos arrogarnos atribuciones más propias de otras altas instituciones- en SATE-STEs acogemos con agrado la crítica, la corrección y las aclaraciones ante los errores o deslices –nunca malintencionados- que podamos cometer.
Por ello, leemos con atención la aclaración que el Sr. Consejero de Educación nos hizo sobre nuestros planteamientos con el tema de los tan traídos y llevados técnicos de infantil con franca disposición a plegar velas si la razón le asiste y a nosotros nos desampara. Pero hete aquí que no, que sí nos asiste y nos ampara y la aclaración del Sr. Consejero merece y exige una aclaración de SATE-STEs. Puntualicemos, pues:
SATE-STEs nunca ha afirmado ni pretendido que las plazas de técnicos entren “en el cupo de profesores del MECD”. Lo que sí dijimos es que la solución al problema planteado por las ratios y la tardanza en la contratación de estos técnicos pasa por “por contratación de más profesorado y la creación de la figura del Técnico de Educación Infantil en las plantillas de los centros.
SATE-STEs es plenamente consciente de la condición de personal técnico auxiliar de los técnicos de infantil. Lo que no compartimos con el Sr. Consejero es que deban ser –aunque esta práctica viciada hace que así sea- auxiliares que de forma puntual facilite la administración local. ¿Acaso no existe una plantilla de personal laboral auxiliar conocida como cuidadores dependiente directamente del Ministerio? ¿No es menos cierto que hay una plantilla de auxiliares conocidos como bedeles en los centros de secundaria dependiente directamente del Ministerio? Y es precisamente la existencia de esas figuras en plantilla del Ministerio la que garantiza que estén en sus centros de trabajo el día 1 de septiembre. ¿Por qué no, pues, una plantilla de auxiliares técnicos de educación infantil dependiente directamente del Ministerio? La figura del personal laboral lo permite.
Ningún comentario a que es el Estado, y no la administración local la que tiene las competencias en educación en nuestra ciudad. Razón de más, por tanto, para que sea aquella la que se ocupe de atender las necesidades de los centros con unas plantillas estables que garanticen su presencia durante todo el curso, en lugar de dejar que sea la Ciudad Autónoma la que le saque las castañas del fuego, eso sí, con gran profusión de publicidad y foto, y aunque esto suponga que a día 18 de octubre, en los centros los maestros y maestras sigan solos con 33 alumnos y la figura del técnico no esté en los centros y no pocos docentes se teman que ni se les espera. ¿Y la misma película para el curso que viene?
No será SATE-STEs quien cuestione la capacidad de la Ciudad para firma convenios con el Ministerio. Lo que consideramos incuestionable es que se trata de un modo de hacer frente a la negligente dejación de funciones del Ministerio, que cada vez con más frecuencia recurre a estos convenios para escurrir el bulto. Y qué duda cabe de que es un parche cuando a estas alturas del curso estamos aún hablando del asunto. La tozuda realidad nos da la razón.
Pero en SATE-STEs somos biennacidos y, por tanto, agradecidos a que la Ciudad Autónoma actúe y facilite este paliativo a la situación desquiciante que viven nuestros compañeros maestros y maestras en los centros. Pero no por ello dejamos de tener razón: ese sistema no es la solución. Y a las pruebas nos remitimos.
