El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, recibió ayer en su despacho al ministro consejero de la Embajada de Bélgica en España Francis Sobry y al consejero de la Embajada de Canadá en España Simon Cridlan, dentro del periplo que vienen desarrollando para conocer nuestro país. Ambos destacaron los atractivos de una ciudad como Melilla, su singularidad y su potencial de cara al turismo. La convivencia multicultural fue uno de los asuntos más destacados. Según explicaron, su visita a Melilla responde al interés de ambas embajadas de conocer el país en el que se han asentado y "Melilla, siendo su ubicación tan peculiar, tiene un interés importante para nosotros". Ambos representantes han permanecido dos días en la ciudad visitando "los lugares más emblemáticos". En su encuentro con Imbroda, el presidente les explicó "que la ciudad ha tenido una evolución demográfica en los últimos años y eso trae retos, pero las autoridades trabajan para manejar este desafío y nos ha comentado los planes de la Ciudad para el futuro". Asimismo conversaron sobre "la convivencia que se da en Melilla y estar donde hay tantas culturas y religiones viviendo tranquilamente, es un bueno modelo para el resto del mundo".
Reconocieron que el número de belgas y canadienses en Melilla debe ser bajo, pero sí que con ocasión de la OPE el número de magrebíes nacionalizados aumente el cruzar por la ciudad para visitar a sus familias en Marruecos.
Tanto Francis Sobry como Simon Cridlan destacaron que Melilla "es un lugar muy bonito, con playas espectaculares, arquitectura y culturas muy interesantes y si la gente tuviera más conocimiento de la ciudad, vendrían a Melilla, porque tiene mucha oferta a pesar de ser tan pequeña".
