El voto por correo ha sido últimamente una fuente de problemas, especialmente en Melilla. Ahora, debido a la próxima cita electoral nacional, la Junta Electoral Central ha anunciado que se reunirá el 8 de este mes y, presumiblemente, obligará a los votantes por correo a presentar su DNI e identificarse a los que entreguen votos en nombre de otros. Ya iba siendo hora.
El escándalo, de ámbito nacional e internacional, de los votos por correo en Melilla todavía está vivo y sin terminar de resolverse. Y ahora se abre la polémica del que se presupone masivo voto por correo en las elecciones generales del 23 de julio, tan próxima a la temporada de vacaciones y a los calores extremos.
Los políticos ya van tomando posiciones, ya estamos, de nuevo, en campaña electoral. Algunos lanzan mensajes muy sensatos. “El PP catalán debe abrir un proceso de reflexión interna”, declara Xavier G.Albiol, alcalde electo, con mayoría absoluta, de Badalona. “Me votaron independentistas, el PP debe romper tabúes en Cataluña”, añadió.
El paralelismo catalán con la situación de Melilla me parece evidente, en bastantes aspectos. El PP de Melilla, tras lograr el 28/M la mayoría absoluta que le permitirá gobernar en solitario, sin trabas de otros partidos en esa faceta, también necesita un profundo proceso de reflexión interna dentro del partido. Una reflexión con sus militantes, no solo entre los adictos al presidente y entre los diferentes cargos o aspirantes a obtenerlos.
CpM necesita también una profunda reflexión interna, no solo para mejorar, sino para sobrevivir con peso político, pendiente de lo que puede pasar tras su impugnación de las elecciones, una impugnación que se va a producir y cuyas consecuencias ya se irán viendo y no son fáciles de prever. Posiblemente el partido seguirá gobernando, en funciones, hasta mediados de julio, junto con su ‘querido’ compañero de gobierno de los últimos cuatro años, el PSOE de Gloria Rojas y Sabrina Moh, una pesadilla insoportable para ambos partidos, aunque haya sido soportada durante cuatro años.
Mientras y para pesadilla de muchos españoles, Hacienda exprime con el IRPF más que nunca al contribuyente. Más trabajadores públicos, 1.610 en la última tacada, días después de que Pedro Sánchez anunciara el adelanto de las elecciones generales. Y la Justicia, que es más una pesadilla que una esperanza en España, continúa con sus huelgas y los retrasos indefinidos e inaguantables.
Impuestos exagerados y Justicia lenta (o sea, injusticia) son las dos grandes lacras de la castigada, por sus dirigentes, sociedad española.
¿Qué hacer para intentar salir de esta pesadilla? Feijóo, siguiendo el ejemplo exitoso de Isabel Díaz Ayuso, ha prometido rebajar el IRPF. Así podrá ganar las elecciones, porque aunque hay muchos masoquistas (los que disfrutan cuando les roban y les martirizan) la mayoría de los seres humanos -melillenses incluidos- no lo son, no lo somos. Espero que el PP en Melilla haga lo mismo.
En fin, no veo claro el futuro de Melilla. La ausencia de libertad engendra la soledad y expande la tristeza, escribió, en 1839, el marqués de Custome en su libro ‘Cartas de Rusia’, describiendo la Rusia de los zares, un anticipo genial de lo que más tarde fue la Rusia comunista.
Afortunadamente, de vez en cuando encuentras pequeñas alegrías inesperadas. Por ejemplo, hablando el pasado jueves en una cafetería con un amigo musulmán sobre las ventajas de la discriminación, positiva según él, negativa casi siempre, según mi criterio, me dio el camarero un sobre de azúcar con la siguiente inscripción: ‘Lo más importante…tu moral. El mejor abogado… tus principios. El mejor juez…tu conciencia’. Sabiduría popular, tan escasa en las capas presuntamente superiores, que tan mal nos gobiernan.
