El entrenador del Melilla Baloncesto se mostró muy crítico con sus jugadores tras la abultada derrota cosechada ante el Baloncesto Fuenlabrada
Rafa Monclova fue crítico con su equipo tras la dura derrota sufrida el pasado viernes ante el Baloncesto Fuenlabrada. El técnico del Melilla Baloncesto reconocía que los madrileños les pasaron “por encima desde el principio hasta el final”, lamentándose de que la salida de los suyos fue “muy mala y con poca tensión”. Y eso, según recalcó, que sabían que ellos “iban a salir fuertes porque venían de una derrota”, pero sin embargo “no supimos estar a ese nivel”.
Entrando en un análisis más profundo, el sevillano aseguraba que el conjunto rival les superó “por fuera, por dentro, en el rebote y en el control del partido y de los jugadores”. Por buscar una posible explicación de lo sucedido en el Pabellón Javier Imbroda, incidió en que la baja de Justas Tamulis unido a las dos faltas iniciales de Parker Van Dyke en el primer minuto de partido les condicionaron “muchísimo”. A partir de ahí, “el equipo se desdibujó totalmente, no era lo que esperábamos y lo único que nos queda es felicitar al Fuenlabrada”, afirmó.El entrenador del decano prosiguió con su valoración, destacando que hicieron “un esfuerzo en el segundo cuarto por volver a meterse en el choque, aunque más por energía o deseo que por hacer las cosas bien, pero al fin y al cabo nos pusimos a sólo tres puntos al descanso”.Una vez que pasaron por los vestuarios se produjo el peor momento del encuentro, tal y como explicó: “Sabíamos que teníamos que salir fuertes y no lo hicimos, encajando en el tercer periodo un parcial de 8-33 y así es muy difícil, no competimos”. Y la verdad, como añadió, es que no encontraron “ese quinteto, esos jugadores que nos dieran ese plus, no hicimos faltas y fuimos, en líneas generales, muy blandos. Esa no era la idea”, apuntó.
Resumiendo, Rafa Monclova reiteraba que no estuvieron “centrados y concentrados”, y no salieron “lo suficientemente tensos como requiere un duelo así”, más aún teniendo en cuenta que el Fuenlabrada dispone de “jugadores con mucha experiencia”. Los suyos eran conscientes, a su juicio, de que “tenían que empezar el partido fuertes, porque el rival llegaba tras perder y contaba con esa presión”. No obstante, el Melilla Baloncesto no tuvo “ese grado de tensión en ninguno de los cuartos”, y la diferencia no fue mayor “simplemente por arreones finales y por un poco de relajación de ellos por el marcador”.
Ahora lo que les toca es “seguir trabajando, agachar la cabeza, aguantar los palos, preparar el próximo encuentro de la mejor forma posible y tratar de llegar a Cáceres mejor que ante el Fuenlabrada”, concluyó Monclova.
