Desde el punto de vista de un pueblerino, todo esto de radicalismo religioso, del separatismo, de te maté por que eras mía, que no soy hombre que soy mujer, del chorizo de profesión política, del de donde dije digo digo diego y tantos absurdos como los que hay ahora en tiempos tan ¿avanzados?, pues sinceramente, le suenan a chino.
Es como si fuera de otro planeta. Y efectivamente, quisieran algunos estar en otro planeta, y no tener IVA, ni IPSI, ni IBI, y tener el dinero ahorrado metido en un muro en vasija incluida y bien emparedada. Eso sí, con la compañía de un buen can mastín o lobo que jugara con él y le protegiera de la natural adversidad de la soledad en la naturaleza de un pueblo remoto, como pueda ser La Parra de las Vegas, o Pampaneira, o Treviso, o las Urdes aunque hoy no son lo que fueron en el vivir entre ovejas sin ser borrego, cuidar las colmenas naturales de rica miel y satisfacerse de los besos de las abejas, recoger del suelo divino trufas, bellotas y maduros frutos, vivir sin tener que ponerse un vaquero o calzón, que mejor que estar suelto sólo con un tapa rabos, sin nada que te oprima abanderado solo por la brisa y bajarte al arroyo o riachuelo que te permita lavarte en pelotillas, todo tú suelto y sin vergüenzas cohibidas; sin llevar siquiera calderilla para no pagar el servicio de meadilla, ni al gorrilla, ni el cafetito de la mañana, ni la media de aceite o mantequilla enlatada. Y vivir en una cueva o gruta como un ser primitivo, estirándose al levantar cuando despunta la mañana y no tener que guardar las reglas haciéndolo en la letrina si encima llegas a ella deprisa y corriendo. Cuanta dicha sería no tener que pensar allí a quienes vas a votar, si solo tú botas de pensarlo y cuando sale el reglamentado, es un peligro que sea un ¡chorizo! encebollado que nos va a dar morcilla durante cuatro años, siendo lo peor que tú por naturaleza tienes que estar a régimen, si al menos te lo pudieras comer serías un titán Cronos, y te harías un estofado aquel de tu antepasado canibal, aunque es posible que quedases atragantado, repitiéndolo por su mala calidad, y encima sin poder reclamar por la tasa a la que han llegado, dada su cantidad.
Y que mejor que rigiéndote por la natural posición del sol y de las estrellas, te ahorrarás el tener que ir mirando continuamente la muñeca por ir con prisa esquizofrénica a cumplir con la ordenanza de la logia en el poder. Como esa que hace mofa de lo divino.
Que mejor que vivir en la campiña "alejado del mundanal ruido", y dormir a pierna suelta sin miedo a que te abran la puerta y te roben o te violen o te den la paliza por no tener ni cinco dinares; que mejor una constricción de una sociedad desmandada o imbuida por los malos pensamientos de creyentes (dicen) sin gobierno que, a lo loco nos corten el gaznate poniendo en boca su hacer por un Dios sempiterno; o los otros finos ellos que por un parquet hacen lo que no está contado, embadurnándose de petra óleo directamente o por quebrantación, quebrando nuestros bolsillos. Y ésos otros, entre proclamas de justicias e injusticias cuentan sus historias, como la de quitar vallas, por desfasados sueños de ancestros correligionarios fracasados en el pasado, estrepitosamente, quieren llevarnos no a la justicia de los justos, sino a la revancha. Cuando no, el premio a los asesinos del pueblo, con acercamientos de presos etarras.
Que más da si al final el pueblo ni se entera y si se entera todo sea por un "lo que Dios quiera", ¡Y una mierda!, ya está bien de pamplinas y váyanse todos a su real sitio que, sólo quieren el poderío de don dinero, ese que en corral o corralitos nos roban los más advenedizos…
