La Semana. MH, 19/08/2024
Por: J.B.
Todos, o al menos la gran mayoría, hemos sufrido (y supongo que seguiremos sufriendo) a la Agencia Tributaria española (también conocida como AEAT). Sufrimos su despotismo (los obligados tributarios, que es como nos llaman a los muy sufridos contribuyentes que, por poner un ejemplo, tienen que pagar más de la cuarta parte del beneficio que se genere en la venta de un inmueble, debemos demostrar que no somos culpables en vez de ser la AEAT quien demuestre que hemos defraudado) y sobre todo sufrimos su total discrecionalidad (no está sometida a reglas claras, sino que depende del criterio de una persona o autoridad dada) a la hora de actuar y decidir.
Sufrimos su despotismo (de la AEAT) y sobre todo sufrimos su total discrecionalidad
Como será el tema de la discrecionalidad, que hasta un antiguo director de la AEAT la critica sin miramientos. Ignacio Ruiz Járabo, director de la Agencia Tributaria entre 1998 y 2001, califica de “auténtica infamia” el documento enviado por Hacienda a la jueza de Badajoz que está instruyendo el caso contra David Sánchez (hermano de Pinocho).
Ruiz Jarabo, que también fue presidente de la SEPI entre 2001 y 2004, critica que el documento “hace todos los esfuerzos” para, “evitando la aplicación de la legalidad española”, considerar a David Sánchez como no residente, “pese a que, por tener su centro de intereses económicos en nuestro país y aplicando la ley del IRPF, es residente fiscal a todos los efectos”.
Sánchez debe pensar que todos los españoles somos muy tontos (como diría el genial José Mota: ¡Tú eres tonto del to’… No pa’ un rato… Del to’ y pa’ siempre!) y que no vemos la mano negra y la discrecionalidad que se da en este caso. ¿Qué pensaría Lola Flores, o pensarán Xavi Alonso, Arantxa Sánchez Vicario, Isabel Pantoja y tantos otros a los que Hacienda persiguió sin piedad?
El tratamiento del caso David Sánchez es una infamia, estoy de acuerdo. No hace más que alentar el fraude y el que la gente cercana al poder absolutista de Sánchez y sus muchachos sientan que pueden hacer lo que les dé la gana sin atenerse a consecuencia alguna
El tratamiento del caso David Sánchez es una infamia, estoy de acuerdo. No hace más que alentar el fraude y el que la gente cercana al poder absolutista de Sánchez y sus muchachos sientan que pueden hacer lo que les dé la gana sin atenerse a consecuencia alguna.
Deporte sí, despilfarro, no
Soy un enamorado del deporte en general y creo que el deporte es vital en nuestra vida, pero no me gustan los chiringuitos que se forman alrededor de este con la excusa de fomentarlo. Creo que los clubs, de cualquier deporte, en Melilla deben tener ayudas muy controladas de la Ciudad Autónoma, que deben cubrir los gastos básicos (viajes, equipaciones y lugar de juego y entrenamiento). Lo mejor sería que los gastos antes citados los pagase directamente la CA para evitar que sean inflados.
Lo que ocurre con el fútbol, especialmente con la UD Melilla presidida por Luisma Rincón, con inversiones muy elevadas (y poco claras) que tienen un retorno mínimo y malos resultados deportivos, debe examinarse
Lo que ocurre con el fútbol (también, aunque en menor medida, con el baloncesto y otros deportes), especialmente con la UD Melilla presidida por Luisma Rincón, con inversiones muy elevadas (y poco claras) que tienen un retorno mínimo y malos resultados deportivos, debe examinarse y quizás se deba utilizar ese dinero (o una gran parte de él) para ayudar a las familias a que adquieran material deportivo o clases de su deporte, para formar a más entrenadores y fisios y para aumentar las instalaciones públicas y fomentar las privadas.
Que los equipos se nutran de las aportaciones de sus socios y de los ingresos que puedan generar. Los chiringuitos que se forman cuando algún club recibe un dineral y sus dirigentes lo usan a su libre albedrío (muchos gastos con empresas afines al dirigente de turno) se deben acabar. Otra cosa es premiar éxitos deportivos de los clubs, algo con lo que estoy de acuerdo.