Lo dije no hace muchas fechas y vuelvo a repetirlo hoy: «Estos meten al equipo en Tercera División», y al decir estos, me refería a quienes forman parte de la Junta Directiva, empezando por su presidente; el cuadro técnico (¿?), auxiliares y, por supuesto, el responsable del banquillo. Sin olvidarme -no se me puede quedar en el tintero- de algún que otro escribidor deportivo por pelota, vista gorda y quiere hacernos creer, con sus crónicas (¿?) o comentarios, que todo va sobre ruedas y que aún hay tiempo para enderezar el rumbo que lleva el equipo… Hay que tener cara dura… Cada vez que me entero de los resultados que va cosechando el equipo, y veo después su puesto en la tabla clasificatoria, ¡qué pena me das, U.D. Melilla…! Un club de tanta solera en el futbol nacional, dentro de su categoría porque aquí no hay más cera que la que arde, dinero para continuar despilfarrándolo y afición, porque ya me dirán qué «afición» es ese grupito que la forman cada jornada en las gradas del Estadio Municipal, 200 ó 300 personas?
Puede decirse que ya estamos en el ecuador de la competición 2014-2.015, y veo a mi querida Unión Deportiva Melilla penúltima en la clasificación, o lo que es igual, con pasaporte para su pase a la Tercera División, y no es que extrañe porque ello se viene venir desde que empezó el Campeonato. ¿Y qué…?, dirán los mandamases del club; todavía hay tiempo que enderezar el entuerto!!. Y una mierda.
En dieciséis partidos disputados, la U.D. Melilla que dirige y entrena (¿?) el Sr. Currás que, es cierto, a la hora de hablar de planteamientos, tácticas, etc., está sobrado… ha GANADO solamente dos partidos. Ha empatado NUEVE y ha sufrido 5 derrotas, marcando la friolera de DIECISÉIS GOLES en dichos 16 encuentros.- ¡Qué barbaridad!.- Pues así y todo la junta directiva sin decir esta boca es mía, en lo que se refiere qué medidas debe tomar.- Y por dinero -lo decía en mi comentario del 29 de octubre en este mismo diario- no creo que el Sr. presidente y miembros de su junta directiva puedan poner ningún reparo porque la Ciudad Autónoma ha vuelto, un año más, a tirar la casa por la ventana…
¡Cuanto he disfrutado contigo, U.D. Melilla, durante tantos años, viéndote competir, siempre, con esa máxima que define al deportista cabal: «luchar hasta el límite de mis fuerzas por conseguir resultados positivos, y si estos no se logran que no sea por aquello de esto me da igual». También, los que te queremos de verdad, tus auténticos incondicionales, hemos sufrido, pasado malos momentos cuando las cosas venían mal dadas porque en deporte no siempre todo son satisfacciones. Pero, entonces había reacción, cojones para sacar la nave del temporal, empezando por juntas directivas que, a la mínima observación de esto no va bien, tomar las medidas oportunas.- Siento pena, U.D. Melilla, verte donde estás, metida de lleno en la Tercera División; pena y rabia al mismo tiempo por culpa de unos ineptos que deberían dejarte cuanto antes, siempre, primero, de limpiar lo malo, como deportistas, que conforman la plantilla.
