Cuando hablamos del día 25 de noviembre como del día contra la Violencia de Género, ya estamos reconociendo una realidad. La VdG existe, se cría y crece a nuestro lado, es una realidad con la que convivimos a diario.
Desde 2003 han muerto en España 862 mujeres, en lo que va de año 39. Así dicho solo parecen cifras, pero detrás de cada número hay un nombre y detrás de cada nombre hay una vida, una familia, unos amigos y mucho dolor. No podemos creer ni aceptar que este tipo de violencia sea considerado como un cuento de mujeres feministas o de mujeres resentidas contra los hombres, o de esas que se manifiestan dando la nota.
Hoy es el día adecuado para levantar la voz en nombre de todas las mujeres que han sufrido, sufren y sufrirán esta lacra. La lucha contra la VdG merece nuestra vigilancia, nuestra tensión y militancia. Cada logro conseguido en esta materia debe ser defendido y consolidado. La violencia en la intimidad del hogar, en el ámbito de la pareja, la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, las agresiones sexuales, los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina son diversas caras que tiene esta violencia, y es una exigencia ética responder nítidamente, levantar la voz, apretar el gesto y mantener un amplio rechazo social.
No podemos olvidar como ciudadanos que todo aquello que no se denuncia se pega a los usos sociales y se consolida como cotidiano y normal. No podemos consentir que el sufrimiento y la muerte de ninguna mujer a manos de su pareja o expareja se convierta en usual, y a fuerza de verlo aceptar que es algo natural en la sociedad: debemos romper la insensibilidad, no somos de corcho.
Desde la Unidad contra la violencia también soñamos con un futuro en el que el día 25 de Noviembre no exista como Día Internacional de la No Violencia Contra las Mujeres; en que no tengamos que reunirnos para celebrar la muerte y sí juntarnos para abrazar la vida; en que los estereotipos injustos sobre hombres y mujeres den paso a una colaboración propia de seres humanos. Hasta entonces, queremos dedicar este día a recordar a todas las mujeres que sufren situaciones de maltrato y violencia. Dedicarlo a todas aquellas que luchan por acabar con todas las violencias de género y dedicarlo al recuerdo de sus hijos, inocentes rehenes de esta terrible lacra que contamina nuestra sociedad.
Para terminar, recordemos los nombres de esas mujeres rotas en su vida por el egoísmo y la locura de la sinrazón. Que su eco se difunda por las conciencias de todos nosotros.
Mariana, Silvia, Mirella, Isabel, Lucinda, María, Lisa, Ascensión, Ana, Francisca, Soraya, Victoria, Silvia, Mª del Carmen, Cristina, Yolanda, Rosario, Marina, Lucia, Jana, Mª Aranzazu, Teresa, Karla Belén, Alexandra, Benita, Kristina, Xue Sandra, Johana, Jean, Florentina, Ada, Mónica, Estefany, Mª Isabel, Almudena, Jaqueline, Yolanda, Celia y Juana
