Hace unos días vi el programa de televisión “Policía en Acción” que, al parecer, ofrece semanalmente la Cadena conocida por la Sexta, y en el que se ofrecen actuaciones contra la delincuencia y otros hechos en los que se precisan las intervenciones de nuestras Fuerzas de Seguridad, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local, etc., etc., etc.
¡¡Cómo está España, Dios mío…!! Uno está casi al corriente de la situación delictiva por lo que se entera a través de la prensa escrita, televisión o la radio. Pues, sinceramente, nada tiene que ver con la realidad después de lo visto en el citado programa, un documental que deja patente lo que leí no hace mucho en un diario de tirada nacional: “Con tanta benevolencia ha entrado en España lo peor de cada casa de los países del Este, de Sudamérica, de Argelia, Marruecos y, entre la inmigración ilegal, centenares de jóvenes menores de edad que son, en la mayoría de los casos, auténticos delincuentes”.
El documental ofrecía actuaciones policiales en Madrid, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca, Sevilla, Málaga, etc., como consecuencia de altercados en la vía pública entre bandas; atracos, robos de vehículos, en domicilios, comercios, almacenes; contra el tráfico y venta de drogas; contra la prostitución callejera; peleas familiares en domicilios, agresiones por sus parejas. Para abreviar, todo lo que puede estar incluido en justificadas actuaciones de nuestras Fuerzas del Orden Público que, como es bien sabido, no es poco.
El programa tiene cerca de dos horas y media de duración y les puedo asegurar a quienes no lo hayan visto que resulta “muy entretenido” a lo largo de todo él. Nada tiene que “envidiar” a una de esas películas extremadamente violentas que, producidas en EEUU, vemos por televisión o en un cine; máxime cuando se trata de hechos reales y actuaciones policiales también reales lo que nos ofrece “Policía en Acción”.
¡Lo que tienen que aguantar nuestros miembros de las Fuerzas de Seguridad! para luchar contra esa lacra que, desde unos años a esta parte, se ha metido en nuestro país y todo, pienso yo –que sigo siendo un mal pensado- por aquella “oferta” que hizo, cuando fue ministro, el Sr. Jesús Caldera: “Papeles para todos” y, claro, España se convirtió en la “casa de todos”, me refiero a los delincuentes que fueron entrando y así estamos que, hay lugares, en los que hay que tener cojones para salir una noche con tu pareja, con un amigo o con quien te dé la gana porque se te apetece dar un paseo o tomarte una copa. Como tampoco descuidar tu casa o tu piso porque los asaltan para robarte, aunque estés dentro de él expuesto a que te den una paliza o te corten el cuello si ofreces resistencia.
Pues estos agentes que vi intervenir, como les sucederá otro día, otra noche, otra madrugada a quienes corresponda realizar los mismos peligrosísimos servicios, no sólo se juegan el físico por un mal golpe o agresión con armas blancas que portan la mayoría de los delincuentes con los que deben enfrentarse, sino incluso sus propias vidas… Y todo, es bastante posible, por unos sueldos que no les supondrá cuando se jubilen alardear de riqueza.
No sé cuántas veces, escribiendo sobre tan problemático problema que tienen planteado España con esa entrada imparable de delincuentes los habré dicho ya. He perdido la cuenta y, sobre el mismo asunto con respecto a Melilla, también he machacado lo suyo. Pues no solamente se puede decir que todo sigue igual. No sería decir la verdad. La cosa va cada día a más y todo como consecuencia de no tomar las medidas que, con las leyes en la mano, las autoridades responsables de lo que ocurre, decidan cortar por lo sano y a toda esa gentuza enviarla a sus países de origen a ver si en ellos son capaces de hacer lo mismo. Los casos, por más recientes en nuestra ciudad, los atracos a personas a personas con agresiones incluidas; los robos de vehículos, en viviendas, comercios, etc., las agresiones a miembros de las Fuerzas de Seguridad, caso de ese agente de la Policía Local al que le dieron un ladrillazo en la cabeza a pique de haberle matado; incendios en contenedores, destrozos de mobiliario urbano, robos de tapaderas del alcantarillado, de las tomas de agua, y todo por parte de malhechores, en el 90 por ciento de los casos, procedentes del país vecino, que actúan a sabiendas, por la mierda de leyes que tenemos, que no les va a pasar nada. 10 ó 15 días en la cárcel (¡si es que entran en ella!), con alojamiento y buena alimentación pagados, a la calle y a continuar cometiendo fechorías porque, como digo, no se les coge y se les manda a su país. Pues no, tenemos que jodernos y seguir aguantándolos aquí como está ocurriendo en todo el territorio nacional. Y si creen que no es cierto lo que digo, vean una noche ese programa de la Sexta que se llama “Policía en Acción”, que tiene tela y no precisamente marinera.
