Mucha gente se ve sorprendida de ver como la, hasta hace pocos días, plataforma ciudadana PODEMOS se ha convertido en menos de un año en un partido político, que según las encuestas, podría ser una alternativa de gobierno. La verdad, es que yo no me he sorprendido de esto. Lo veo normal, de hecho, creo que PODEMOS, ni es un partido populista, ni chavista y que en verdad cree tanto en su programa electoral como en la posibilidad de llevarlo a cabo. El problema no radica en que una plataforma ciudadana se haya transformado en un partido político con alternativa de gobierno, sino que el recién nacido PODEMOS ha mentido a los españoles desde su creción y lo que nace de una mentira es muy difícil que llegue a ser verdad algún día.
Pablo Iglesias nos dice que PODEMOS es el nombre que se le ha puesto a esta incipiente formación política porque las demandas ciudadanas, "que son reconocidas como justas y necesarias por el resto de los partidos políticos existentes" no pueden realizarse. Y es precisamente por lo que se le ha puesto ese nombre: PODEMOS, precisamente porque ellos si ven la luz para llevarlas a cabo… Este es su argumento.
Yo les quiero informar a mis lectores melillenses que eso no es cierto: "PODEMOS" significa POR LA DEMOCRACIA SOCIAL y es un partido venezolano fundado en 1994. Es más antiguo que la UPyD y CIUDADANOS, con la única diferencia de que no es español. POR LA DEMOCRACIA SOCIAL (PODEMOS) es un partido de oposición al chavismo que algunas veces le ha apoyado para que no entrase al poder la Derecha de Venezuela y se autodefine como de centro-izquierda, aunque su ideología es que precisamente no tiene un canon ideológico fijo, sino que lo marcan sus militantes: se adapta a lo que el país necesita y en el plano económico pone como solución al paro y a las diferencias sociales el "Micromecenazgo", o sea, que todos podemos invertir en cualquier negocio ajeno por pequeño que sea y tener beneficios de nuestras inversiones. Sería una economía de microaccionistas y a alta escala, las grandes sociedades productivas tendrían que pagar unos impuestos "nunca fijos", sino que serían porcentuales acordes con las necesidades de la sociedad en donde actúan, para que el Gobierno pueda garantizar a sus ciudadanos unos servicios mínimos cubiertos… La verdad es que resulta difícil imaginar que uno trabaje de mecánico y cobre royaltis al mismo tiempo de la panadería donde compra pan y del taller donde arregla su coche de vez en cuando. Para que esta nueva ingeniería económica pueda funcionar hace falta que la gente quiera colaborar y el equipo de Gobierno de PODEMOS trabaje mucho y bien… Pero… No es ninguna locura… Como poder, puede salir bien y muy bien.
Sin embargo, desde mi perspectiva, los partidos tradicionales "españoles" son iguales en base a PODEMOS ya que también están enfocados ideológicamente en pro del ciudadano, lo que pasa es que ni el Sindicalismo ni el Popularismo se lleva a cabo.
La política ideológica del PSOE es el sindicalismo obrero. Las políticas que atienden a las demandas obreras son propias de la Izquierda. La libertad de culto, la igualdad de trato por la raza, la libertad de sexual, etc, etc, son valores propios de un Estado de Derecho, no tienen nada que ver con los valores de la Izquierda en sí misma. Los valores de la Izquierda, como ya he dicho, son el mundo obrero y sus herramientas de trabajo son los "sindicatos". La política izquierdista es más de Estado e intenta eliminar todo hábito social que impida el progreso del mundo obrero o laborista.
La política ideológica del Partido Popular es todo lo contrario, ya que el Estado es un mero coordinador de diferentes circunstacias y facetas del país, menos en el ámbito moral y cultural, donde sí ejerce una labor "conservadora". Sin embargo, sus herramientas de trabajo son las "asociaciones de vecinos": se caracteriza por una política "municipalista" de acción directa. Por lo que normalmente, una vez a la semana el "alcalde" se reúne con una junta directiva de portavoces vecinales que son quienes le indican las necesidades que existen en sus respectivos barrios: desempleados, carencias, roturas, gamberrismo, prostitución… problemas de todo tipo. El político es el intermediario entre el empresario y los desempleados, por lo que el dirigente popularista suele estar bien relacionado con la clase empresarial y tener un gran reconocimiento social. A la vez que es el intermediario entre los servicios municipales y el vecindario. Después los grandes proyectos nacionales se hacen atendiendo a las micropolíticas municipales en su conjunto.
Si bien la Izquierda fomenta el arte vanguardista. Es revelador de las voces ocultas y de los sectores marginales de la sociedad, el Partido Popular fomenta y conserva las fiestas de barrio y nacionales, las creencias religiosas del pueblo, el folklore y todo lo que sea "tradicional", o sea, es el partido "conservaddor". En la actualidad el PSOE está lejísimos del sindicalismo…Ya no existen puestos de relevancia en el partido que vengan del mundo sindical, puesto que los correos sindicales han desaparecido y las asociaciones de vecinos están tan muertas como un pez en el desierto; solo sirven para que un afiliado se tome el café más barato que en cualquier otro bar y jugarse así una larga partida al parchís o a la baraja con los amigos.
A mi modo de ver las cosas, ambos partidos pueden funcionar bien, ambos pueden pedir impuestos razonables a los más ricos para equilibrar la sociedad, ambos son patriotas, pero esta crisis ideológica, tanto en el mundo sindicalista como en el popular o conservador han hecho que la ciudadanía esté indignada y recurra a otras políticas experimentales comunitaristas y alejadas del marxismo.
No obstante, para mí está claro que PODEMOS, primero, es un partido político con ideales concretos y aunque no sea de procedencia nacional tiene una trayectoria política amplia y concreta, aunque sus dirigentes en España sean muy jóvenes. Y tengo muy claro que sus éxitos y su posible asentamiento en el Parlamento de nuestra Nación, no son logros propios… entre otras cosas porque no han tenido tiempo, sino que han sido una creación paradójica, eso sí, del propio PSOE y del PP.
