Podemos ha acusado al PSOE de «traición» al movimiento feminista y de no querer negociar la reforma de la Ley ‘solo sí es sí’, aunque traslada un último llamamiento al acuerdo para evitar que su socio protagonice la «votación de la vergüenza» al sumar sus votos con PP y Vox para sacar adelante su propuesta unilateral de cara a cambiar la normativa.
No obstante, ha dejado claro que aunque finalmente esa alianza de PSOE con las fuerzas de la derecha se produjera, no van a romper el Gobierno de coalición y el Ejecutivo se va a mantener porque aún queda una agenda legislativa que debe avanzar.
Así lo ha indicado este lunes en rueda de prensa la coportavoz estatal de la formación morada, Alejandra Jacinto, quien ha empleado un tono muy crítico con los socialistas en vísperas de la votación que tendrá lugar mañana en el Congreso sobre la toma en consideración de la proposición de ley del PSOE para redefinir esta ley, que impulsó esta formación tras los casos de rebajas de penas a agresores sexuales.
Podemos ya avanzó el pasado viernes que en caso de no haber pacto con el Ministerio de Igualdad, que lidera Irene Montero, el grupo parlamentario votará en contra de tramitar la reforma y hoy Jacinto ha insistido en que la propuesta de los socialistas es un «retroceso», pues supone volver al Código Penal de la sentencia inicial «vergonzante» del caso ‘La manada’ y no blinda al consentimiento como «corazón» de la Ley ‘solo sí es sí’.
Durante su comparecencia, la coportavoz del partido morado ha tildado de «lamentable» la actitud del PSOE y directamente les ha responsabilizado de sumarse a la «reacción» contra esta normativa, cediendo a las «presiones» de la derecha para volver al Código Penal anterior.
Por tanto, Jacinto ha proclamado que proteger el consentimiento como centro de la Ley ‘solo sí es sí’ es una «línea roja» para Podemos, pues es un elemento clave del acuerdo de coalición, dado que es una conquista del movimiento feminista, y ha exigido a los socialistas que «recapaciten», negocien, se avengan a los postulados que defienden los socios parlamentarios y no se alineen con PP y Vox, a los que ha tachado de partidos claramente «antifeministas».
