El Ministerio Fiscal reclama una pena de nueve meses de prisión para un residente del CETI por propinar presuntamente un puñetazo a su mujer en la cara. Tanto el procesado como la víctima, ambos de origen sirio, negaron haber protagonizado un episodio de violencia de género. El Ministerio Fiscal solicitó una pena de nueve meses de prisión para un residente del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), al que se le acusa de haber cometido un presunto delito de violencia de género. Según relataron dos testigos de los hechos, vieron “perfectamente” cómo propinó un puñetazo en la mandíbula a su mujer. No obstante, tanto el procesado como la víctima, ambos de origen sirio, negaron que tuviera lugar tal suceso. “Los sirios tenemos muchas formas de llamar la atención”, declaró el acusado, quien aseguró que no hubo un puñetazo, sino que la tocó con una especie de pellizco no violento. Por su parte, la mujer sostuvo que “bromeando me cogió de la mandíbula”, afirmando que no recibió ningún golpe de su marido, con el que lleva 10 años casada.
Uno de los trabajadores que aseguró haber visto el puñetazo es vigilante de seguridad del CETI. Insistió en que fue testigo de la agresión desde unos 8 metros de distancia. “Estaban discutiendo acaloradamente y entonces él le dio un puñetazo en la cara”, mantuvo. El segundo trabajador coincidió con el primero en su versión de los hechos.
La Fiscalía, además de la pena de cárcel de nueve meses, solicitó una orden de alejamiento e incomunicación de tres años. El juez declaró que el caso quedaba visto para dictar sentencia.
