El próximo día 28 se celebra la festividad de San Agustín, titular de la parroquia del barrio del Real y patrono de tan popular sector de nuestra ciudad.
Por esa festividad se celebraba una procesión de la imagen de San Agustín que recorría las principales calles del barrio, figurando detrás del Santo párroco, padre Marcos, un sacerdote bonachón y muy querido por el vecindario, y durante varios días había festejos,…
… con atracciones peninsulares que se instalaban a lo largo de toda la calle del mercado de abastos y, en las bocacalles de la calle La Legión, casetas de tómbolas, de tiro, puestos de juguetes, de turrones, dulces, etc., no faltando en el paseo central las terrazas de bares, como la que instalaba ‘La Campana’, Casa Gabriel (el de los ‘casabubus’), Bar Málaga, ‘La Bodega’ de Ramón Delgado, etc., funcionando todas las noches a tope para jóvenes y menos jóvenes, la pista de baile instalada a espaldas del colegio sito en la parte derecha de la calle La Legión y cuyo ambigú lo llevaba Paco Flores. Unos bailes amenizados por las orquestas locales ‘Gloris Club’, de Paquito Alemany y ‘Orquesta Melilla’, con unos profesionales extraordinarios. Unos festejos, sería injusto olvidarme de ello, que organizaba el Casino del Real, siendo su presidente, en la fecha que yo recuerdo para este comentario, Antonio Robles Delgado, ¡Qué tiempos aquellos tan felices!
Lo que son las cosas… para recordar a San Agustín, mi intención era otra, pero ya me vino a la memoria lo narrado y ahí queda, no lo voy a borrar. Quería recordar a tres buenos e inolvidables amigos, dos de ellos, lamentablemente ya desaparecidos. Eran Agustín Moriche, director que fue de Radio Melilla, y Agustín Jerez Samper, aquel conocidísimo ‘Ciudadano Agustinof’. El otro amiguete, todavía vivito y coleando –y que sea por muchos años- es el fotógrafo Agustín García González.
¿Qué puedo contar de los dos primeros, que no sepan quienes les conocieron y le trataron? Moriche, hombre de gran personalidad, simpatía y buen carácter, un extraordinario profesional del periodismo radiofónico que tocaba todos los palos, destacando en lo que respecta a la Fiesta Nacional, los toros. Y lo mismo ocurre con Agustín Jerez Samper; tal vez incomprendido por algunos, pero inmejorable persona, simpático, dicharachero, ocurrente. Fuimos dos excelentes compañeros, tal vez, a veces, con un poquito de mala leche pero nunca con maldad. Daba gusto estar un buen rato charlando con él, se las sabía todas de esta su siempre querida Melilla. Lo pasábamos bomba en aquel programa que dirigía Fernando Belmonte en Televisión Melilla, ‘El retrovisor’, que desapareció porque a alguien de ‘arriba’ no le gustaba que se hablara de cierta época cuando, gracias a ella, hoy vive a cuerpo de Rey.
Para ambos, que sirvan de homenaje esas breves líneas que les decido recordándoles con el mismo afecto que les tuve en vida. Y para Agustín García, ese intrépido fotógrafo de prensa al que no se le escapa una, muy sincera felicitación por tu fiesta onomástica junto a tu querida familia. Un abrazo.
