Al lado del parque en el lado de La Duquesa de la Victoria, cuando veo, muy colocada y a la vista en el pollete del muro, un envase de película o dvd. Fijo la vista sin intención aprovechada y ¡zas!, una en porretas y de ponpi y a gatas mirabame a mí, cuan zorra que en Cazorla ví ¡horror! pecado, sería el diablo el que quería ver mi intención para luego sacarme en el… ¡Sálvame! luciendo de pornografía septuagenaria y vender mi alma a la televisión ¿rosa?, todo por un dinero endiablado… ¿quién sabe? La verdad es que, pensé, quién habrá sido el hijo de cabrón que ha dejado adrede tal carátula porno a la vista de menores. El resultado es que, ante la vista de tal imagen, no tuve mas remedio que rezar tres Padre Nuestro, por haber tenido aquella primera y ¡única! visión maligna, pues aunque de paso y sin pararme vi la provocación, al fin y al cabo, miré. Hablando después en la cafetería y saliendo a relucir, no sé porqué, el asunto de los impuestos, donde por leído, ella ajusticiaba a los gobiernos sucesivos, de cuál era el porqué de que un libro no pornográfico tenía un 21% de impuesto y la pornografía pagaba sólo un 4%…. Y por supuesto, los vídeos pornos. ¡Tiene narices el asunto impositivo!
Yo, como casto varón sin lectura suficiente, me quedé con la boca abierta, y dije muy machista yo ¡cómo va a ser eso!… Pues sí ¡redicho!, me dije, es así. Y es entonces cuando pequé más, al recordar que todo eso era una maligna tentación con la que los gobiernos nos conducían a la depravación sexual, distrayendonos de pensar con razón a la hora de votar, dejando nuestra mente tan desorientada para que votemos a su más llamativas promesas de ¡libertades!, y nunca de obligaciones y comportamientos castamente razonables, y siempre dentro de tu cama, aunque peques. Teniendo en cuenta que el pecado así como el placer de lo desconocido, atrae a la debilidad y más aún, si la próstata no funciona y le echas la culpa al cónyuge; o no se acuerda usted de aquella frase de ¿La Verbena de la Paloma?, en que salia la vecina diciendo del comentario de que el vecino no "confraternizaba" con su mujer… Y con los brazos en jarras, la avecindada le defendía comentando a voz en grito que ¡A éste gallo lo que le hacia falta era cambiar de gallina!… (No me lo he inventado, no). Pues bien, me pregunto, si los gobiernos con un Ministerio de Educación han quitado la moral de la religión y en consecuencia de la urbanidad o comportamiento (Rajoy la ha rectificado) cómo es posible que admitan que lo porno pague un 17% menos que el texto constructivo. ¡Que me lo expliquen! Pues los ajustes sociales no me cuadran; a usted qué le parece… Que hablamos mucho de los chorizos por corruptos y no se dice nada de la contra moral que se inflan a costa de la corrupción sexual, donde lo natural es opresión. Como diría Trillo ¡Manda huevos!
