La nueva obra que se ha hecho en calle Carlos de Arellano, entre Avenida Reyes Católicos y calle Ibáñez Marín, en relación al tráfico rodado, a mi me parece que de ninguna de las maneras mejora el diseño que durante tantos años ha tenido.
El cruce con calle Alférez Guerrero Romero (Pronor) para los vehículos que se dirigen hacia calle Ibáñez Marín (a la izquierda), es mucho más peligroso, por las reducidas dimensiones que han dado a la calzada. Cualquiera que transite por dicho lugar puede comprobar que se tiene peor visibilidad y menor espacio de maniobra que antes.
El cruce con calle Ibáñez Marín (farmacia) también lo han complicado, porque al ser más estrecho los vehículos pesados se ven en la necesidad muchas veces de invadir parcialmente el carril contrario. Los vecinos han visto en varias ocasiones cómo se han producido colisiones contra una señal vertical o se han subido en la acera para evitar otros daños.
El origen de estos perjuicios a la circulación se debe a que se han ensanchado innecesariamente las aceras en detrimento de la anchura de la calzada, cuando las aceras eran lo suficientemente amplias para un buen tránsito peatonal.
El otro tramo, que han peatonalizado, pues a mi modo de ver, tres cuartos de lo mismo, si con la distribución anterior donde se compatibilizaba el uso del vehículo con unas buenas aceras, donde el acceso al comercio y/o servicios de la zona era asequible, (si se tiene que cargar alguna compra o acompañar alguien por tema médico etc.…..) ¿qué necesidad había de cambiar lo que funcionaba, cuando a pocos metros hay magnífico parque para poder pasear..?
Me parece que las vías públicas tienen que ser compatibles para todos, pero con unos planteamientos prácticos. Hace años se peatonalizaron en el centro parte de las calle García Cabrelles , Severo Ochoa , J. A. Primo de Rivera y al final acabaron permitiendo tanto el tráfico como el estacionamiento de vehículos, por lo que los peatones en realidad acaban caminando por el espacio que era originalmente acera.
Comparto al cien por cien el planteamiento de priorizar al peatón, como potenciar el uso de la bicicleta, pero no vayamos tampoco a perder de vista la importancia que tiene el vehículo en nuestro modo y calidad de vida si se hace de él un uso racional.
