SATE-STEs encara el nuevo curso que está a punto de comenzar con varios retos, algunos arrastrados desde hace algunos años. Por una parte, SATE-STEs considera que el curso 2017-2018 debe ser el de la mejora de las condiciones laborales perdidas por el profesorado con los recortes iniciados en 2010 y agravados con los reales decretos de 2012, y llevará estos planteamientos a las distintas mesas de … …negociación. Entre estos derechos a recuperar, cabe destacar la reducción de las ratios, la reducción de la carga lectiva, ampliación de las plantilla docentes, eliminación de los descuentos por enfermedad, reducción de la carga burocrática, recuperación del poder adquisitivo perdido, excedencias y licencias por estudios o la salud laboral.
En este sentido, cabe recordar que SATE-STEs ya realizó a lo largo del pasado curso campañas dirigidas a implicar al profesorado en la reivindicación de estas mejoras, mediante recogidas de firmas por la reducción de la carga lectiva o contra la creciente sobrecarga de tareas burocráticas.
Por otra parte, y muy relacionado con la disminución de las ratios y el aumento de las plantillas docentes, tenemos el reto de obligar a la administración educativa a afrontar de manera seria la carencia de centros que sufre nuestra Ciudad. Y decimos sería porque el nada edificante espectáculo al que venimos asistiendo los últimos años condena al profesorado de Melilla a continuar, un año más, con ratios tan insoportables como ilegales: las obras del instituto de Jardín de Valenciano llevan más de cuatro meses paradas; el colegio de Gabriel de Morales, cuya primera piedra se anunció para principios de 2017, sigue pendiente de que el Ministerio o la Ciudad –vaya usted a saber- adquiera la titularidad de los terrenos –por no hablar del largo y errático periplo de las nuevas aulas de tres años-; el edificio del antiguo Mercado, hoy por hoy, sigue vacío y pendiente de obras, por más que se nos asegure que este curso albergará las enseñanzas de Idiomas, Conservatorio y Adultos.
Por ello, SATE-STEs se plantea retomar medidas reivindicativas al respecto como las realizadas en años anteriores, como la campaña para la derogación completa de la LOMCE o, en su caso, para un replanteamiento general de toda su filosofía que vaya acompañado de toda una serie de cambios legislativos, a las que llamamos al conjunto de la comunidad educativa de la Ciudad.
Estos son nuestros retos. Otra cosa será el inicio del curso, en el que veremos nuevamente clases masificadas, se desvelará la incógnita de los técnicos de educación infantil se incorporaran a principio de curso, con las castañas o los turrones… Pero eso será otro día.
