En la Posdata de mi Carta de ayer, en la que recordaba frases de las Catalinarias de Cicerón contra el nefasto Catilina (¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?) hice un paralelismo entre los abusos de Catilina y los del actual Interventor de la Ciudad Autónoma de Melilla, pero erré en el apellido del sujeto, que es SUSÍN (no Rolín, a cuya familia pido excusas).
Mantengo mi opinión, compartida con muchos melillenses de todos los ámbitos, sobre que SUSÍN ha hecho mucho daño desempeñando muy mal su cargo de Interventor, sin tener el título de tal, además.
Espero, es imprescindible, que el nuevo gobierno acabe, a primeros de julio, inmediatamente, con el desastre de la Intervención-paralización- ralentizacción en la que Carlos SUSÍN ha convertido a un órgano público clave para el desarrollo de Melilla.
Enrique Bohórquez López-Dóriga
