Hoy es un día complicado para mí, por no decir preocupante.No obstante no puedo dejar en el olvido mi opinión, más aún después de tanto “Sorpasso” invertido, el que de ser dragón ha pasado a ratón. Ahora unos y otros le buscan la razón acomodada a sus intereses, sin querer darse cuenta que en el fondo el pueblo español es ducho en salir de riesgos. Recuerde usted las primeras elecciones democráticas y el resultado.
Este País no quiere sufrir riesgos comunistoides y menos con tanto riesgo de deslavazar la esencia nacionaly la continuidad de la familia, donde los abuelos incluso han aguantado con su jubilaciónlos “paros de sus hijos o sus hipotecas”, y son esasactitudes las que han salvado al País de caer en un “sorpasso” anti sistema. Y no es que estemos muy contentos con el sistema, pero navegamos sin arriesgar las pensiones, último recurso familiar para subsistir en caso de naufragio familiar. ¿Qué pasaría de estar ante un riesgo antisistema? Piensen en las fugas que iban haber… incluido Gibraltar.
Esto no quiere decir que el Partido Popular se tenga que ver abocado, por culpa de una investidura, a pactar con los separatistas de España. Eso sería darle crédito al antisistema, pues de una manera u otra el final s el mismo. Quiere esto decir que el espíritu de la Constituci8n del 78, ha dejadode ser dogma de fe; bien es verdad que el neo liberalismo no cree en dogma y por lo tanto tampoco cree en sus estatutos, con lo cual actúa según conveniencia del aparato del partido, anteponiendo un exceso de razón al espíritu de la letra acordada y pactada en su día, por la cual hoysomos existencia; siendo esta la columna de esa fe que nos une.
No podemos aún por conveniencias, romper nuestros principios y romper la letra de ese espíritu nacional que nos une. Claro que usted podría decirme que entonces por que admitimos que los separatistas voten sino creen en el principio de unidad indicado en la Constitución Española, tiene usted toda la razón; por eso, sólo por eso, y aun siendo seguidor de Rajoy, creo que solo el pensar en la posibilidad de pactar con esa lacra separatista por un apoyo de investidura es, una patada (sino a la entre pierna) a la portada de nuestros principios constituyentes. Y tanta liberalidad y tanta pamplina de derechos sin obligación, como que harta y cansa de dar tantos plazos a una democracia de lo más corrupta, y es que de esta corrupción no se salva ningún partido, precisamente porque le aparecen corruptelas a la vuelta de la esquina, simplemente porque el que más o menos nointerpreta que la moral es para todos por ser una moral ¡política! Si a esto se le ha de llamar dogma, pues bien venido sea su permanencia. Y esto no es cosa de colocación empresarial, no, que estamos hablando de igualdad de derechos democráticos ante la Ley, más cuando la Hacienda es de todos, estuviese Boyer, Solbes, Salgado, Rato o Montoro. Otra cosa es que pueda caer en hambrientos quejidos indignados e “inmaduros” para solventar su Monedero y encima blindarlos por “barberos”. ¡No! El pueblo votante se merece una deferencia que, no es otra que la Ley para todos igual y donde el que la hace que la pague. Por supuesto que no saliendo de la cárcel hasta que no devuelva lo quitado o malversado a la economía de la Nación, aplicando la cadena perpetua “revisable”.
La democracia no está para la oportunidad del negocio de sinvergüenzas, ni que el neoliberalismo se cubra con el manto del Liberalismo ya conseguido en el año 1978 como descendiente de aquel de 1812, aunque fuese “la Pepa”dejando de ser la Monarquía absolutista para ser Constitucional democrática y liberal. Por eso, tanto lucir de liberales tal y como se luce, cuando todos lo somos ¡políticamente hablando! No quiere esto decir que nuestros dogmas de fe porpolíticos, tengan que ser rechazables ¡No! Porque tal concepto es ilegal y coactivo.
Para llegar a una comunión sensata y por tanto razonable, hay que aceptar los resultados electorales para una gobernación dentro de la lógica, dejando gobernar al ganador o bien llegar a un pacto sensato entre los dos partidos más votados, los que sin “sorpasso” han dejado señalado el camino y las preferencias de la mayoría; que ya va siendo hora de abandonar, el ¡Rojo! Y el ¡Azul!, empezando a ser demócratas aunque sea convirtiendo la Plaza de los ¡Héroes de España! en una “paraísoGüell” entre bancadas de nacionalismo layetano del quepresumía tantoGaudí. Al amparo de romper el estilo modernista aplicado ahora a la plaza peatonal. Muy agudo JJ. ¡Muy agudo!
