La Peña Barcelonista encadenó ayer su tercera derrota consecutiva a domicilio, tras perder, eso sí en un muy buen encuentro, ante el San Antonio de Casanueva por el resultado de 8-7. El duelo resultó de toma y daca y bastante abierto, en el que pudo ganar cualquiera de los dos equipos, aunque finalmente la suerte terminó sonriendo a los granadinos. La Peña Barcelonista encadenó ayer su tercera derrota consecutiva a domicilio, tras perder, eso sí en un muy buen encuentro, ante el San Antonio de Casanueva por el resultado de 8-7. El duelo resultó de toma y daca y bastante abierto, en el que pudo ganar cualquiera de los dos equipos, aunque finalmente la suerte terminó sonriendo a los granadinos.
Los melillenses no comenzaron el partido de la mejor forma posible, dado que encajaron en pocos minutos tres tantos que les pusieron el choque muy cuesta arriba. Pese a ello, los azulgranas fueron entonándose con el transcurrir del primer periodo hasta incluso llegar a nivelar la contienda antes de llegarse al tiempo de descanso, con los tantos de Wari, al ejecutar de forma magistral un lanzamiento de falta, y de Pablo Avellaneda, que firmó un doblete. Con 3-3, y con todo por decidir, se marcharon los equipos a los vestuarios.
Los de Gabi González volvieron a a cometer en el arranque de la segunda parte los mismos errores que en el comienzo del partido. De este modo, los visitantes se vieron de nuevo con tres goles abajo en un abrir y cerrar de ojos. Así que, visto lo visto, los peñistas tuvieron que ponerse otra vez el mono de trabajo e intentar reducir las distancias lo antes posible. Y parecía que lo iban a conseguir, dado que fueron capaces de situarse a un solo tanto (6-5), aunque los andaluces lograron, cuando mejor jugaba la Peña Barcelonista, el 7-5 que echaba por tierra las ilusiones de los melillenses. Sin embargo, nuestro representante no bajó los brazos y se metió nuevamente en la contienda con la consecución del 7-6.
Los casanovenses no estaban dispuestos a dejar escapar puntos de su pista de Pinos Puente y parecían dejar resuelto el choque con el 8-6. Gabi González ya se jugó el todo por el todo, utilizando al portero jugador, lo que le dio sus frutos porque los suyos consiguieron su séptimo tanto y cerca estuvieron de llevarse un empate, en los últimos segundos, de un feudo tan difícil, pero la fortuna no les acompañó. No en vano, y como ejemplo, los azulgranas enviaron seis balones a los palos.
