El rey de Marruecos, Mohamed VI, ha concedido nuevos indultos, como suele hacer desde que accedió al trono en 1999, con motivo de diversas celebraciones nacionales. Esta vez ha sido con motivo del 71º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, que se conmemoró el pasado 20 de agosto. El monarca del país vecino concedió el indulto a un total de 685 personas, algunas de ellas detenidas y otras en estado de libertad, condenadas por los diferentes tribunales marroquíes.
Indultos relacionados con el cultivo de cannabis
En esta ocasión, el rey Mohamed VI también concedió su indulto a 4.831 personas condenadas, procesadas o buscadas en casos relacionados con el cultivo de cannabis, que reunían las condiciones requeridas para beneficiarse del perdón real.
En junio de 2021 el Parlamento marroquí aprobó una ley que regula por primera vez los usos terapéuticos e industriales de la planta del cannabis, pero castiga su uso “recreativo”. En marzo de 2022, el Gobierno dio forma a esta regularización con la aprobación de un decreto que determina la legalización del cultivo en las provincias rifeñas de Alhucemas, Chaouen y Taounat.
Según Marruecos, el objetivo de la legalización es mejorar el nivel de vida de cerca de 60.000 familias humildes que viven del cannabis y que son generalmente propietarios de pequeñas explotaciones. Con la legalización se creó la ANRAC, el organismo que controla todas las fases de la actividad del cannabis desde su cultivo hasta su comercio y exportación.
ANRAC ha otorgado en 2024 unas 3.000 licencias para el cultivo, comercio, transformación y exportación del cannabis, frente a las 700 otorgadas en 2023, el año en el que se realizó la primera cosecha legal de esta planta. La mayoría de estas licencias, unas 2.800, fueron concedidas para los cultivadores.
Desde España y Europa se ve esté tema con preocupación y se piensa que es un apoyo encubierto al narcotráfico. No se termina de creer el hecho de que los miles de marroquíes que vivían (y viven) del narcotráfico vayan a «reciclarse» para ganar mucho menos dinero con la venta del cannabis con fines terapéuticos o industriales. Más bien parece que el Rey de Marruecos quiere controlar (y recibir parte del beneficio) algo que estaba descontrolado.
España y Europa se ven afectadas
No es una buena noticia que cerca de 5.000 personas vinculadas con el tráfico de drogas hayan sido liberadas, sobre todo si se tiene en cuenta que España es uno de los países con mayor porcentaje de usuarios diarios de cannabis, el patrón de consumo de mayor riesgo.
Un 15% de la población española de entre 15 y 64 años, y un 11% de los adolescentes (14-18 años) piensa que consumir cannabis no tiene consecuencias sobre la salud. Esta baja percepción de riesgo sumado a fuentes de información poco fiables o directamente de movimientos pro-cannabis con intereses comerciales, dificulta que la población tenga acceso a mensajes de salud creíbles y basados en evidencia científica.
Un grupo de expertos ha consensuado que el consumo de 5 o más porros a la semana implica un consumo de riesgo. Y que además existen poblaciones en las que cualquier consumo, por poco frecuente e intenso que sea, implica un riesgo significativo para la salud, por ejemplo, menores de 21 años, embarazadas y mujeres lactantes, personas que padecen enfermedades físicas (problemas cardíacos y respiratorios entre otros) o mentales (psicosis, depresión, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad, adicción, entre otros)”.
Cabe recordar que España es el país de la UE con mayor consumo de cannabis en el último mes (9% de la población) y junto a Luxemburgo y Portugal, uno de los países con mayor porcentaje de usuarios diarios o casi diarios de cannabis, el patrón de consumo de mayor riesgo. La edad media del inicio de consumo de cannabis está por debajo de los 15 años, una edad en la que el cerebro está en pleno desarrollo y donde el consumo puede ser más perjudicial. Un 14,2% de los españoles de entre 15 y 34 años ha consumido cannabis al menos una vez en el último mes, cifra que sube al 15,9% entre los 15 y 24 años. Es la prevalencia más elevada de toda la Unión Europea.
¿QUÉ DEBEMOS TRASMITIR A LA POBLACIÓN?
- El consumo de cannabis no es inocuo.
- Las personas con problemas de salud mental empeoran su bienestar y su patología.
- El consumo de cannabis también tiene riesgos sobre la salud física.
- Ninguna cantidad de cannabis es totalmente segura.