La delegada del Gobierno, Sabrina Moh, afirmó ayer que el cierre de los puestos fronterizos terrestres entre Marruecos y España en nuestra ciudad supone una “dificultad” para materializar el retorno forzoso de los ciudadanos del país vecino que no han solicitado su regreso voluntario en los retornos organizados.
A preguntas de los periodistas, Moh señaló que estas personas, que se quedaron en Melilla “por voluntad propia”, se encuentran en situación irregular en Melilla, de modo que “se harán aquellas actuaciones que se consideren oportunas para que puedan retornar a su país de origen”.
“Es evidente que, ahora mismo, hay una dificultad añadida, que es el cierre de la frontera”, agregó Moh para argumentar por qué no se puede llevar a cabo el retorno forzoso “de manera inmediata e inminente”, aunque insistió en que “se procederá cuando tenga que hacerse”, sin concretar más detalles.
Aunque dijo no disponer de una cifra exacta, porque no todos están en el centro de acogida temporal habilitado por la Ciudad Autónoma en la Plaza de Toros, sí apuntó que se trata de “un número importante”.
Las operaciones de retorno organizadas por España y Marruecos entre finales de septiembre y primeros de octubre permitieron el regreso a sus casas de 936 personas marroquíes que se quedaron atrapadas en Melilla tras el cierre fronterizo decretado por el país vecino el 13 de marzo debido a la pandemia.
Todas ellas regresaron a su país por el paso fronterizo de Beni-Enzar en varios retornos organizados de manera escalonada.
