Miguel Rivera, entrenador de la U.D. Melilla, resaltó la importancia de volver a ganar, después de cuatro empates consecutivos, y de superar los problemas de enfermedad de algunos de sus jugadores durante la semana, además de las lesiones y las sanciones.
El preparador azulino indicó que su equipo afrontó el partido muy mentalizado en ganar, pese a los problemas. “Habíamos tratado de concienciarnos y lo hemos conseguido porque volvemos a la senda de las victorias, pero hemos tenido una semana absolutamente accidentada. Moi Rodríguez fue sustituido por un proceso febril y Salcedo se encontraba en una situación de no haber entrenado prácticamente, pero ha hecho un esfuerzo terrible. Lo íbamos a cambiar por esa situación, pero habíamos hablado de no ponernos excusas y tener una reacción, como así ha sucedido”.
En este sentido, destacó que sus jugadores se habían propuesto un reto, “conscientes de que el Diocesano, pese a que tiene mucha dificultad, por su clasificación, es muy descarado, con desorden en ataque de tanta capacidad por meter gente arriba, de ser directo y profundo, lo hacía muy peligroso”.
No obstante, significó que “hemos estado sublimes en todos los aspectos, en defensa y en ataque”, aunque también “hemos querido premiar a algunos chicos, aunque lo lamento por Javier Díez, aunque no nos duele tanto su expulsión, sino que haya salido del campo por lo necesitado que está de minutos de juego”.
Por otro lado, destacó el gran partido de Fer Cano. “Ha sido la sorpresa más agradable, ya que lleva una semana con el equipo y se ha acoplado muy bien. Lo necesitábamos en un día muy difícil porque tampoco estaba José Antonio González por sanción, además de todos los lesionados, y sin embargo ha hecho un partido sublime hasta el momento en que ha pedido el cambio”.
Por último, indicó que es super importante volver a reencontrarse con la victoria “con un juego, por momentos, espectacular, con un fútbol profundo, de mucha pegada y llegada, que hasta el resultado se nos ha quedado corto”, concluyó Miguel Rivera.
