… Salvajada y bestialidad. No puede decirse otra cosa.- Así se explica que, cuando me siento ante mi máquina de escribir para dar vida a estas líneas, tenga tanta mala leche dentro de mi cuerpo que ignoro cómo va a salirme este artículo.
Son las cinco de la tarde del jueves die 17, cuando acabo de leer en el teletexto de la primera cadena de Televisión Española lo siguiente: "La Guardia Civil de Melilla ha detenido a dos mujeres marroquíes cuando iban a pasar desde Marruecos con un bebé, de sólo un mes de vida oculto en un bolso, que presentaba síntomas de asfixia".
"Ambas fueron detenidas -añadía la información- por un supuesto delito contra el derecho de los extranjeros, ordenando la autoridad judicial el ingreso en prisión de la mujer que llevaba en el bolso al bebé".
La criatura, después de prestársele los auxilios que precisaba pasó a buen estado de salud para, seguidamente ser puesta a disposición de los servicios sociales.
¿Es o no causa suficiente para, cualquier ser humano, calificar la acción de esa inhumana mujer de una salvajada; de una auténtica bestialidad.- ¿ Y eso puede calificarse, como dice la información de un "SUPUESTO" delito…??. Si así lo dicen nuestras leyes habrá que tragárselo, pero a mí no me sirve de pretexto.-
Pero no queda en esa noticia el motivo de esa mala leche que tengo en estos momentos ya que, poco después, echándole el primer vistazo al "Melilla Hoy", leo en su última página las quejas de un ciudadano que solicitó los servicios de una ambulancia para trasladar a su esposa, que había roto aguas para dar a luz (parir como se dice llenamente) a los servicios del Hospital Comarcal y, según dice, quienes le atendieron al otro lado del hilo telefónico, le dijeron que llamara a un taxi para que le hiciera el servicio que su mujer precisaba.
Preguntaba el marido de la parturienta a D. Francisco Robles, responsable en nuestra ciudad de los servicios de Ingesa ¿Hay derecho a lo ocurrido? Ignoro lo que responderáel citado Sr. Robles al respecto, pero algo tendrá que decir, lo mismo que dijo hace unos días que, si aquí en Melilla, en el Hospital Comarcal se atienda a cuantas personas lo necesiten siendo extranjeras, como así lo dice la Ley se les prestará la atención que sea necesaria. Todo ello debido al alto índice de partos que se vienen registrando en el hospital melillense de mujeres marroquíes, que ya alcanza el 61 por ciento de los partos que allí se atiende.
Vamos, que con su declaración, que la Ley manda que aquí se atenderán todos los servicios sanitarios que precisen los ciudadanos del país vecino, serán atendidos. Con ello, como le ocurrió al ministro socialista, Jesús Caldera, cuando dijo aquello papeles para todos, Robles también ha hecho un efecto llamada y, cuando nos vengamos a dar cuenta, los pacientes melillenses que necesiten una hospitalización, a una mujer de nuestra ciudad dar a luz a su hijo, lo van a tener que hacer en una tienda de campaña, bien en la playa de San Lorenzo o en los Pinares de Rostrogordo.
Explico con lo narrado la mala leche que tengo en esta jornada del jueves, día 17. Pero es que aún me queda otra cosa: Esa señora que a primeras horas de la mañana sale a darle un paseo, a su perrito y tresmangantes, seguro que son del vecino país, la abordan, la zarandean para robarle lo que llevara encima. Y no resultó mejor para ella ese abordaje gracias a la participación de un ciudadano que, percatándose de que le ocurría se enfrentó a los tresmaleantes y salieron huyendo.
ii Ay Melilla, Melilla, entre una cosa y otra, te están convirtiendo en una ciudad que nada tiene que ver con aquella de, por poner unejemplo, fue hasta el años 1975. ¡A ver quién tenía cojones de cometer los delitos que se cometen hoy…!
