La directora del Centro de María Inmaculada, la hermana Mercedes Moraleda, agradece la respuesta solidaria de los melillenses que, una vez más, han respondido con creces al llamamiento de ayuda realizado hace quince días en demanda de productos como leche, azúcar y aceite, que precisan para poder seguir atendiendo a las más de mil familias del barrio del Monte María Cristina que acuden en demanda de auxilio. Entre los que colaboran se encuentran incluso melillenses que viven en la península que han conocido el llamamiento a través de las redes sociales. La campaña de donación sigue abierta porque son muchas las necesidades que atender cada día. Para las religiosas del Monte María Cristina al día le faltan horas, pero saben sacarle el máximo provecho, de la misma forma que saben cómo estirar los alimentos y productos de su modesto almacén, o el espacio de sus aulas e instalaciones a la hora de desarrollar los distintos servicios tanto asistenciales como educativos que llevan a cabo. "El día se nos queda pequeño. No nos aburrimos, pero es cuestión de organización", reconoce con humor la hermana Mercedes Moraleda, directora del Centro de María Inmaculada.
Campaña
Lo más urgente en estos momentos, según señala, es el llamamiento solidario que lanzaron hace quince días al objeto de poder contar de nuevo con la ayuda de los melillenses y lograr así que el almacén del centro pueda seguir abierto y operativo, respondiendo a las no pocas necesidades de todos cuantos acuden en busca de su auxilio. Afirma, feliz, que la respuesta no se ha hecho esperar. "Está funcionando muy bien. Están llegando bastantes alimentos y son muchas las personas que se ofrecen a colaborar, tanto con productos como con donaciones. Incluso hay gente de la península que se han enterado por las redes sociales y llaman para ver cómo pueden colaborar. La verdad que nos ha sorprendido la inmediatez de la respuesta", afirma.
Recuerda la hermana Mercedes que lo que piden, además de otros productos básicos, son aquellos otros alimentos que no llegan con tanta asiduidad y que son de consumo rápido, como la leche, la leche de continuación para niños, el azúcar y el aceite. "Son cosas que es más difícil que nos llegue por los bancos de alimentos". También se pide ropa, en especial para bebés y niños hasta doce años.
Reitera la directora del centro que Melilla es una ciudad solidaria y que no es una frase hecha, sino que se demuestra con gestos como el de colegios donde los alumnos se han volcado con la campaña aportando su grano de arena, o personas que se decantan por hacer donaciones económicas. "Es muy bonito ver como gente de todas partes se implica. Cuando nos preguntan cuántos somos, les digo que somos tres religiosas, pero que contamos con la implicación de más de cincuenta personas, gente solidaria que están al día a día, como todos aquellos otros que colaboran donando lo que pueden". Lo importante, manifiesta, es que todos estos esfuerzos van dirigidos a "ayudar a personas". "Esto es Evangelio puro, dar lo que se tiene y compartirlo con el que no tiene", afirmó.
Beneficiarios
En estos momentos las religiosas atienden a más de 1.500 personas en sus distintos programas. "A lo mejor atendemos a cien familias en ayudas puntuales, a otras cien en el banco de alimentos, gente que de forma puntual acude a por ayudas o las que lo hacen de forma quincenal", explicó. En este grupo se incluyen también las mujeres que acuden a los programas de formación (alfabetización o corte y confección) y los niños que reciben refuerzo escolar o los que van a la guardería. Además los viernes reparten bolsas de alimentos con productos para el desayuno y merienda escolar de 40 niños durante la semana. "Son bolsas con cartones de leche, zumos, dulces, azúcar y cola-cao, para que puedan desayunar".
La práctica totalidad de los atendidos son vecinos del Monte María Cristina. "Antes también atendíamos a personas de otros barrios, pero hemos tenido que limitarlo, por lo que los casos que nos llegan los derivamos a los servicios que pueden encontrar en su zona, desde cáritas a otras ongs". "Damos abasto gracias a la ayuda de la gente voluntaria y a que tenemos proyectos conveniados con la Ciudad", aclara, aunque eso no quita que las religiosas del Monte María Cristina se hayan convertido en un pilar fundamental para el barrio y sus familias.
Requisitos
Señala la hermana Mercedes Moraleda que el número de beneficiarios se mantiene prácticamente estable en el último año y medio, aunque siguen llamando a la puerta nuevas familias a las que, en la medida de lo posible, se les ayuda. Para poder incluirlos en los programas que desarrollan, los solicitantes deben cumplir una serie de requisitos. "Deben estar empadronados en Melilla y deben presentarnos un certificado del Imserso, de la Seguridad Social y de Bienestar Social de las ayudas que están percibiendo, si es que las reciben. Luego, el libro de familia si tienen niños, certificado si están desempleados y la documentación que tengan, desde tarjeta de residencia, a pasaporte o DNI".
Después, "visitamos las casas y con todo se hace una valoración, para establecer si podemos ayudarles, dónde y cómo". La mayoría, según apuntó, presentan necesidades básicas que se intentan cubrir. La atención, según señaló, se intenta completar con programas de formación que ayuden a la promoción de estas personas. "No nos limitamos a darles alimentos o ropa, sino también cursos de formación porque nuestra misión no estaría completa", afirmó.
Añadió la religiosa que el llamamiento de ayuda sigue abierto y agradecen a toda Melilla su entrega, tanto a las personas anónimas que colaboran, como la panadería que cada día dona el pan sobrante con el que las religiosas atienden a una treintena de personas que hacen cola a primera hora de la mañana, o los supermercados como Lidl y Super Sol que realizan donaciones semanales, el Banco de Alimentos o la propia Ciudad Autónoma con los convenios y programas que subvenciona. "Este llamamiento no tiene plazo, se mantiene abierta la campaña, porque son muchas las necesidades que atender cada día. Por eso es importante saber que contamos con gente que va a colaborar y nosotras, por nuestra parte, intentamos gestionar lo mejor posible lo que nos llega".
