Aunque Madrid sea hoy el epicentro de la proclamación de Felipe VI como nuevo Rey de España, en Melilla también se vive muy de cerca este momento histórico de la sucesión en la Corona. Ayer, a primera hora de la tarde, varios operarios se afanaban en engalanar la Avenida y otros lugares emblemáticos del centro histórico con decenas de banderas rojigualdas. También la fachada del Palacio de la Asamblea luce como en los días importantes, mostrando los escudos en el balcón principal, el mismo donde Don Juan Carlos y Doña Sofía se asomaron en uno de los momentos cumbre de la visita histórica que hicieron a Melilla el 6 de noviembre de 2007. Ayer, como aquel día, los rostros de los Reyes también están presentes, pero a modo de una pancarta gigante con la que Melilla les dice “Gracias, Majestades”. Al otro lado, otro cartel idéntico, pero con la foto de quienes eran hasta ayer los Príncipes de Asturias, da la bienvenida a Felipe VI proclamando un “¡Viva el Rey!”.
De esta manera tan simbólica y festiva, Melilla pasa esta página de la historia de nuestro país para abrir un nuevo capítulo. Los melillenses estarán hoy pendientes al televisor, la radio y los medios digitales para seguir con detalle la proclamación del Heredero, Felipe VI, que desde esta medianoche es el nuevo Jefe de Estado. Tres melillenses podrán vivir casi en primera fila este momento histórico de la historia de España, los tres parlamentarios que nos representan en las Cortes Generales, ante las cuales se celebrará la proclamación del nuevo monarca.
El diputado Antonio Gutiérrez y la senadora María del Carmen Dueñas estarán sentados en los escaños, mientras que el también senador, Juan José Imbroda, se ubicará en la tribuna de autoridades porque asistirá al acto como presidente de la Ciudad Autónoma en representación de Melilla y de todos los melillenses. Ya lo hizo ayer en otro solemne acto, el de la abdicación de Juan Carlos I en el Palacio Real, ante un reducido grupo de autoridades.
Imbroda, sentado en la cuarta fila, estaba ayer entre los 150 invitados que presenciaron cómo Don Juan Carlos firmaba la Ley de Abdicación junto al presidente del Gobierno, para después ceder su silla al todavía Príncipe de Asturias en ese momento. El Rey de España ponía fin a sus 39 años de reinado con un gesto cargado de simbolismo, cediendo el testigo en la Corona a su hijo, ante el largo aplauso de todos los allí presentes.
Además de Imbroda, entre los asistentes al acto había un rostro muy conocido por los melillenses, especialmente por quienes tienen vinculación con el ámbito militar. El teniente coronel Julio Salom Herrera, destinado varios años en el Tercio Gran Capitán I de la Legión primero como teniente y capitán, y después como teniente coronel, estaba también allí desempeñando sus funciones como ayudante del Rey. Quienes siguieron el acto por televisión, pudieron verlo en varias ocasiones asistiendo a Don Juan Carlos, sobre todo con el bastón que el todavía Rey necesita para caminar.
Una recepción oficial de Felipe VI en el Palacio Real a unas 2.000 autoridades pondrá fin a los actos de proclamación del nuevo Rey. Imbroda estará allí igualmente representando a Melilla, aunque también estará presente el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
