Hasta la fecha, los aviones del Aeroclub Escuela de Aire de Melilla tienen que desplazarse a Almería cada vez que necesitan repostar combustibles. El presidente de la entidad, Jesús Rosado, se encuentra inmerso en el proceso de conseguir que la ciudad cuente con sus propios bidones de gasolina y, según apunta, podría hacerse realidad “en unas pocas semanas”. El responsable del aeroclub señala que la imposibilidad de repostar en Melilla era uno de los principales inconvenientes que frenaba a los pilotos privados para venir. Por otro lado, indica que la ciudad se podría convertir en un futuro en suministradora de otros aeroclubes. “El hecho de que Melilla no cuente con su propio suministro de combustible nos obliga a estar dando saltos a Almería cada dos por tres para repostar”, pone en antecedente el presidente del Aeroclub Escuela de Aire de Melilla, Jesús Rosado. Por este motivo, la entidad aérea se encuentra en el “largo” proceso de conseguir que la ciudad pueda llegar a ser autosuficiente en el abastecimiento de combustible de aviones.
“Si lo conseguimos, tendríamos nuestros propios bidones y nos abasteceríamos nosotros mismos en el aeropuerto. Eso nos daría muchísima más flexibilidad y para los alumnos de nuestra escuela sería una verdadera ventaja”, señala. En esta línea, el presidente del aeroclub local espera que esta autosuficiencia en el repostaje de aviones pueda hacerse realidad “en unas pocas semanas”.
Según apunta Rosado, la escuela de vuelo no sólo favorece la conexión de Melilla con España y el resto de Europa, sino que, de conseguir que Melilla cuente con su propio combustible para los aviones, la ciudad podría convertirse en un reclamo para muchos pilotos privados. “Varios pilotos nos habían trasladado el inconveniente de no poder repostar en Melilla. Si un avión se queda sin gasolina es un problema. Ya implica tener que desplazarse a otra ciudad”, asegura el presidente del Aeroclub Escuela de Aire de Melilla.
“Nos está costando culminar este proceso porque hay que hacer mucho papeleo con AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) y AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea). Pero yo diría que estamos a unos pocos pasos de conseguirlo”, afirma optimista Rosado.
Además de intentar atraer de esta manera a más pilotos privados y que la escuela se ahorre los gastos de desplazamiento propios del repostaje de sus aviones, el responsable del aeroclub indica que se pretende que, de cara al futuro, “podamos hacer el suministro de distintas aeronaves que sean de otros aeroclubes”.
En busca de un instructor
Otro de los proyectos en los que se encuentra inmerso el Aeroclub Escuela de Aire es en la búsqueda de un instructor de vuelo para el próximo curso. “En los últimos meses ha habido mucho movimiento y demanda de pilotos de aviones comerciales por parte de las aerolíneas, por lo que nos está costando un poco más dar con el instructor”, expone Rosado. No obstante, confía en que dar con el profesional antes de que se inicie el curso, a mediados de septiembre. “La idea es que se venga a Melilla y resida aquí. Así sería más operativo y crearíamos un puesto de trabajo en la ciudad”.
