Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Melilla aspira a una reforma estatutaria tras 25 años de la Marcha Pro Autonomía

melillahoy.cibeles.net fotos 1767 POSIBLE PRIMERA 2

Esta semana se han cumplido 25 años de aquella histórica Marcha Pro Autonomía, en la que miles de melillenses y ceutíes se plantaron en Madrid para dejar claro al Gobierno que querían formar parte del mapa autonómico de España. Aquella concentración fue el germen de los estatutos por los que Ceuta y Melilla se convirtieron por Ley en Ciudades Autónomas. Ahora, con un cuarto de siglo transcurrido y mucha experiencia en el desarrollo estatutario, MELILLA HOY ha lanzado al aire la pregunta de si habría que cambiar el Estatuto para alcanzar las reivindicaciones que se quedaron entonces en el camino. Prácticamente toda la Asamblea apuesta por introducir cambios en el Estatuto para “adaptarlo” a los nuevos tiempos. La voz discordante la ofrece el PSOE, que se muestra reticente a dar este paso al considerar que el nivel de autogobierno debe seguir siendo compatible con la presencia y gestión del Estado en determinadas materias. Partido Popular (PP), Coalición por Melilla (CPM), Ciudadanos (C’s) y Grupo Mixto, que aglutina al extinto Populares en Libertad (PPL), defienden que haya cambios en el Estatuto de Autonomía, pero dentro de la coincidencia de postura, también hay diferencias de criterio sobre cómo deberían ser abordados y cuándo.
El presidente de la Ciudad Autónoma y líder popular, Juan José Imbroda, tiene claro que “habría que ir a una adaptación del Estatuto” para cambiar algunas cuestiones que, a lo largo de sus casi 22 años de vida, han ofrecido poca o nula operatividad al funcionamiento de la Asamblea y el Gobierno regional. En su opinión, ahora “son momentos difíciles” para plantear esta aspiración, pero “si se fuese a mover el tema constitucional desde el punto de vista autonómico, Melilla tiene que estar ahí presente con mucho que decir”.
Coincide con Imbroda uno de sus antecesores en el liderazgo de la institución y el partido, Ignacio Velázquez, presidente de PPL hasta su disolución este mismo lunes. De hecho, él mismo elaboró hace unos años, junto a varios juristas, una “reforma interesante de los Estatutos de Autonomía de Ceuta y Melilla que se podría llevar adelante”. Aquel proyecto se guardó en un cajón porque “entonces era impensable que se fuera a reformar la Constitución”. Sin embargo, “ahora que se está hablando de la reforma constitucional, sería un buen momento para resolver definitivamente el Estatuto de Autonomía”.

Mejoras con el Estatuto
Velázquez era el alcalde de Melilla en 1991, el año de la Marcha Pro Autonómica, que él mismo encabezó junto a otros muchos responsables de la ciudad de la época. Recuerda con todo lujo de detalles aquel día, 15 de noviembre de hace 25 años, y toda la etapa política en la que se enmarcó, caracterizada por una reivindicación intensa desde esta orilla española que terminó logrando que Melilla pasara de municipio a Ciudad Autónoma gracias a un Estatuto de Autonomía refrendado en la Ley Orgánica 2/1995.
En opinión de Velázquez, con este cambio de estatus “Melilla ha dado un gran paso y ha mejorado muchísimo en cuanto a su capacidad de autogobierno y su prosperidad”. Y para conseguirlo, no duda de que la Marcha Pro Autonomía fue “una eclosión y una llamada a la conciencia del PSOE”, que en ese momento llevaba el Gobierno central con Felipe González como presidente.
“Madrid no pudo cerrar los ojos, tenía un problema y es que tenía dos ayuntamientos de signo distinto, pero en contra del Gobierno socialista, y tuvo que avenirse a charlar, negociar y cerrar un Estatuto de Autonomía que fue producto de intensas negociaciones y del entendimiento”, resumió Velázquez. Y pese a que no se logró todo lo que se pretendía, el Estatuto “sirvió mucho para la ciudad”, consiguiendo cosas que no tenían otros ayuntamientos, ni siquiera los de grandes capitales como Madrid o Barcelona.
Entre ellas, el hecho de que el nombramiento del presidente fuera por nombramiento regio, tener la posibilidad de presentar iniciativas legislativas, que el Estatuto se promulgara por una Ley Orgánica y competencias similares a las de otras comunidades, saco Sanidad y Educación. “Decisión de la que no me arrepiento en absoluto”, apostilló Velázquez.
Imbroda, que lidera ahora la Ciudad Autónoma, opina lo mismo: “Las autonomías han funcionado bien para muchas cosas y mal para otras, pero la Sanidad y la Educación nunca se tenían que haber pasado a las autonomías, porque se las ha lastrado y ha hecho que no sean uniformes en toda España”, apuntó el presidente melillense.
En opinión de Imbroda, el Estatuto de Autonomía ha funcionado bien en general. En una escala del 0 al 10, con aquel Estatuto, “Melilla se colocó en el escalón 3, y ahora, con el desenvolvimiento del desarrollo de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y el Consejo de Estado, estaremos en el 7”. Pero “sigue teniendo algunas lagunas desde el punto de vista administrativo y político” sobre las que la Ciudad Autónoma está “en fase de resolver en un futuro” gracias a la experiencia adquirida en estas dos décadas largas que han transcurrido desde que entró en vigor.

Los cambios necesarios
Pero, ¿qué le falta al Estatuto? ¿Qué habría que cambiar? Imbroda apunta varias aspiraciones. Además de que la Ciudad Autónoma tenga legitimidad activa para poder ir al Tribunal Constitucional, que también pueda tener capacidad legislativa “en algunos temas muy concretos” para que no se quede “en el terreno del limbo” cada vez que haya una nueva ley nacional que las que las comunidades autónomas desarrollan después con su propia normativa. Desde el punto de vista más orgánico, Imbroda cree que los cargos de presidente del Gobierno de Melilla y presidente de la Asamblea no deben recaer en la misma persona.
C’s también comparte ese posicionamiento. Defiende con firmeza esa separación de poderes para que el presidente ejecutivo y el presidente legislativo se puedan controlar “el uno al otro”. Es una de las cuestiones que considera pendientes para que la Ciudad Autónoma pueda funcionar mejor. También reivindica una capacidad legislativa, “quizá limitada”, para que la Administración melillense pueda autoorganizarse mejor y no encontrarse con el problema de falta de leyes estatales, dada la existencia de leyes autonómicas, que a veces ha provocado ciertos problemas en Melilla y Ceuta.
El portavoz de C’s, Eduardo de Castro, apunta también a la posibilidad de que Melilla pueda acudir al Tribunal Constitucional y, en definitiva, estar incluida dentro del ámbito territorial del Estado, que son las comunidades autónomas, para no verse “desprotegida” ante “las pretensiones de algunos respecto a Melilla”. Cuestiones, en definitiva, que para C’s siguen pendientes después de muchos años y que “aunque sea por el tiempo que ha pasado desde que se aprobó el Estatuto, deben ser abordadas para ajustarse a los nuevos tiempos”.

PSOE: Compatibilizar autogobierno y gestión estatal
Por su parte, el PSOE ensalza el desarrollo que ha propiciado para Melilla el Estatuto de Autonomía y, aunque no responde expresamente si estaría o no de acuerdo con una reforma del Estatuto de Autonomía, desvela su inclinación por dejar las cosas como están al incidir en que el nivel de autogobierno debe seguir siendo compatible con la presencia y gestión del Estado en determinadas materias.
“El modelo político que ha traído los mejores resultados de bienestar y avance a Melilla y al conjunto del país es la España de las autonomías y, en ese contexto, hay que poner en valor el Estatuto de Autonomía de 1995 que ha servido para que, dentro de nuestras especificidades, Melilla se integre en el mapa autonómico y nos dotemos de la mayor capacidad de autogobierno que hemos tenido nunca”, afirmó la portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea, Gloria Rojas.
De esta forma hizo referencia a los 25 años de la marcha autonómica a Madrid, que sirvió de impulso para la conversión de Melilla de municipio a Ciudad Autónoma y la aprobación del Estatuto de Autonomía hoy vigente.
“La conversión en Ciudad Autónoma se aprobó por el consenso de todos los partidos políticos y, gracias a nuestro Estatuto, Melilla goza de la gestión de muchos servicios públicos y un elevado nivel de autogestión y de competencias”, expuso la líder socialista.
En palabras de Rojas, ese nivel de autogobierno es y debe seguir siendo compatible con la presencia y gestión del Estado en determinadas materias como la Sanidad, la Educación, la Seguridad o determinadas políticas sociales.
“La construcción de centros educativos, de hospitales y centros de salud, el mantenimiento de las plantillas de profesionales sanitarios o de la educación… son cuestiones muy onerosas que deben seguir siendo gestión del Gobierno de España, para que tengan el nivel de calidad que nos merecemos los melillenses”, argumentó.

CPM: hacer otra marcha por la igualdad autonómica
Cuando hace 25 años se celebró la Marcha Pro Autonomía, CPM aún no existía, pero su presidente, Mustafa Aberchán, recuerda que en aquellos tiempos el embrión del que sería después este partido político ya estaba mediante una plataforma de formaciones políticas y organizaciones sociales.
CPM nacería tres años y medio después, en 1995, y desde entonces “siempre hemos mantenido el discurso de que la identidad propia de Melilla se debe expresar a través de una personalidad autonómica acorde a nuestra capacidad de gestión”, subrayó Aberchán.
Sin embargo, el líder de la oposición es muy crítico con la gestión política que se hizo en torno a la consecución de un Estatuto de Autonomía. “La pregunta está en si esa raquítica reivindicación del Estatuto que se ha hecho es la causa de los males que tenemos hoy con la pobreza, el paro, el fracaso escolar o la segregación en las aulas. Esto es algo que avergonzaría a cualquier comunidad autónoma”, se mostró convencido el líder de la oposición.
Por ello, considera que ahora sería el momento de hacer otra marcha como la que se hizo por la Autonomía en 1991, pero enfocada a “la igualdad en el Estado de las Autonomías”. Dicho de otro modo, lo que plantean los cepemistas es que “los melillenses tenemos derecho a tener una media de paro, pobreza y fracaso escolar como la tasa nacional y no estar varios puntos por encima”.
Aberchán está convencido de que si Melilla fuera comunidad autónoma, algo que “es justo y razonable”, seguramente “estarían resueltos problemas como los que hay patentes por esa entidad híbrida entre Estatuto y municipio”.

Loading

Redacción

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€