El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, aseguró ayer que las seis bombas de recogida de aguas pluviales y residuales funcionaron ayer “a la perfección”, aunque alguna dio problemas puntuales por la acumulación de plásticos o trapos, impidiendo su funcionamiento.
En un mensaje grabado facilitado a la prensa, reconoció que se dieron casos de inundaciones porque “ha sido tal cantidad de agua, que muchas veces ha sido imposible dar abasto para ir achicando agua”, lo que obligó a abrir la estación de bombeo del Río de Oro para desaguar directamente al cauce.
Las dos bombas de la Plaza de España también funcionaron “sin mayor problema”, aseveró Mohatar.
El consejero apuntó que algunas de las zonas anegadas fueron el Hipódromo, el centro, las inmediaciones de la Comandancia General de Melilla y la Plaza de España, punto en el que se sitúa el Palacio de la Asamblea, donde también entró agua por tener alguno de sus desagües atorados.
El antiguo Hospital de la Cruz Roja, sede de la Consejería de Hacienda, también tuvo problemas de inundación, así como el Palacio de Exposiciones y Congresos, donde la vicepresidenta primera de la Ciudad Autónoma, Gloria Rojas, informó de que se rompió durante la mañana el techo de dos despachos y provocó la entrada de agua.
Para hacer frente a la situación, el área de Medio Ambiente activó todos los vehículos de recursos hídricos y los trabajadores de este servicio se dedicaron durante toda la mañana a levantar las tapas de las alcantarillas para permitir que el agua fluyera y evitar, sobre todo, que se levantaran, provocando algún daño personal.
