El equipo de Alcoba realizó un partido muy serio y completo frente a un combativo Sáenz-Horeca Araberri que nunca arrojó la toalla, pese a verse por debajo en el luminoso durante bastantes minutos. Al final, triunfo del decano por el resultado de 80-72, una nueva victoria en el Pabellón Javier Imbroda, un escenario que ha convertido esta campaña en un auténtico fortín. El Melilla Baloncesto realizó ayer un partido muy serio y completo frente al Sáenz-Horeca Araberri, un rival muy combativo que nunca arrojó la toalla, pese a verse por debajo en el luminoso durante bastantes minutos. Al final, triunfo del decano por el resultado de 80-72, una nueva victoria en el Pabellón Javier Imbroda, un escenario que ha convertido esta campaña en un auténtico fortín. Lástima que los melillenses perdieran en los últimos segundos el basket average (93-84 en el duelo de la primera vuelta).
Hearst, el mejor del choque, fue el encargado de inaugurar el electrónico, teniendo cumplida respuesta por un inspirado Massine Fall, que saltó en el cinco de salida.
Los vitorianos llevaron la iniciativa en el marcador durante buena parte del primer cuarto, aunque la ventaja máxima no sobrepasó los tres puntos en varias fases de este periodo (2-5, 5-8, 9-12, 11-14 y 13-16). Los de Alejandro Alcoba, aunque ya se habían puesto por delante con el 9-8 mediado este asalto, no sería hasta la recta final cuando logró distanciarse en cinco puntos (21-16), a 27 segundos, tras una canasta de Héctor Manzano. Cvetinovic estableció el 21-18 definitivo. Cabe destacar la aportación del local Fall y del visitante Hearst, quienes anotaron ocho puntos cada uno.
El segundo cuarto arrancó con un triple de Pedro Rivero, contestado por Hearst con otro lanzamiento de tres convertido. Los vascos llegarían a firmar un parcial de 0-7 para situarse, de nuevo, arriba (24-25). Los azulones, con Fall liderando en ataque a los suyos, también lograrían otro parcial de 7-0 para colocarse con seis puntos de renta (31-25), una ventaja que ampliarían posteriormente hasta los nueve (34-27 y 38-29). Iván García reduciría las distancias con un triple, cerrándose este acto desde la línea de personal, anotando uno Héctor Manzano y dos el visitante Durchev.
El tercer periodo tuvo dos partes bien diferenciadas, una primera en la que los de Alejandro Alcoba fueron muy superiores, sobresaliendo especialmente en las labores defensivas y en el rebote. De este modo, el Melilla Baloncesto llegaría a gozar de una máxima ventaja de 14 puntos (56-42), con un Marcos Suka muy acertado que resultó fundamental. En el equipo de Arturo Álvarez, Hearst y Berhanemeskel mantenían a flote a los vitorianos. Pasado el ecuador de este cuarto, el Sáenz-Horeca Araberri lograba un 0-8 de parcial para ponerse a solo seis puntos (56-50), a 1’20”. Los de Alcoba reaccionarían desde el perímetro, con dos tiros desde más allá de la línea de 6’75, obra de Eloy Almazán y Pedro Rivero. La contestación visitante vino de manos de Akingbala y Berhanemeskel, concluyendo estos terceros diez minutos con todavía inquietante 62-54.
En el cuarto acto, los azulones tuvieron que emplearse a fondo ante los intentos de los visitantes por rebajar la desventaja y meterse en el encuentro. Así, llegaron a colocarse a únicamente seis puntos (67-61, 69-63 y 71-65), aunque en ese instante emergió la figura de Alfredo Ott para dar un respiro al decano con cinco puntos casi seguidos, porque entre medias anotaba también Eloy Almazán. Massine Fall, el más destacado de los melillenses, con un mate culminó un 9-0 de parcial y estableció máxima de partido (80-65), a 2’08”.
Desafortunadamente, los locales encajaron un 0-7 que les hizo echar por tierra el basket average que parecían tener ganado con el Araberri, que, con el encuentro decidido, luchó por rebajar la desventaja a menos de nueve puntos (80-72).
