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Los trastornos alimentarios, otro de los grandes problemas de salud olvidados durante la pandemia

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se han convertido en otro de los grandes olvidados de la pandemia. Los meses de encierro del confinamiento han afectado aún más a quienes los padecen, debido a la incertidumbre, la falta de control, así como el estrés y la ansiedad que la situación ha generado. Según un estudio de la Universidad de Northumbria, en Reino Unido, que publica el ‘Journal of Eating Disorders’, estos rasgos están afectando enormemente a las personas que padecen algún trastorno de la conducta alimentaria, aumentando sus síntomas. Por ello, el psicólogo especialista en el ámbito, Daniel Ventura, ha hablado ante este periódico para explicar algunas cuestiones al respecto. “Al principio solo intentaba comer más sano, desayunar fruta y cenar verduras. Contaba las galletas exactas que tenía que comer en la merienda. Poco después mi objetivo fue dejar comida en el plato, cada día un poco más. Te duele el estómago porque no tienes nada dentro, pero te da igual. Buscas formas de perder el apetito, como masticar chicle o beber agua abundante, yo llegué a buscarlas en internet. Te crees que lo controlas, pero cada vez te permites comer menos. Al principio son solo los alimentos que contienen grasas o azúcares. Después, todo lo que ingieres te sobra”, afirma María, una chica que padeció anorexia de los 15 a los 18 años.

Los trastornos alimentarios son unos de los grandes olvidados de la pandemia. Los meses de encierro del confinamiento también pasaron factura a las personas que los padecen. Se debe tener en cuenta que la incertidumbre, la falta de control que genera la pandemia provoca estrés y ansiedad en gran parte de la población. Y esto precisamente está teniendo un impacto profundo y negativo en nueve de cada diez personas con experiencia en trastornos alimentarios, según un estudio de la Universidad de Northumbria, en Reino Unido, que publica el 'Journal of Eating Disorders'. La investigación llevada a cabo por académicos del Departamento de Psicología de Northumbria muestra que la pandemia plantea desafíos adicionales y únicos para las personas con trastornos alimentarios.

Desde el inicio de la pandemia, ha sido y es muy significativo el aumento de personas que han pedido ayuda por diversos trastornos psicológicos relacionados con la salud mental en general, experimentándose un aumento significativo de casos relacionados con los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).

David Ventura, psicólogo experto en esta área, explica que los resultados de este estudio, las interrupciones en la vida diaria como consecuencia del encierro y el distanciamiento social pueden tener un impacto perjudicial en el bienestar de una persona, y casi nueve de cada diez (87%) de los participantes informaron que sus síntomas habían empeorado como resultado de la pandemia. Más del 30% afirmó que sus síntomas eran mucho peores.

Daniel Ventura ha explicado que los factores de riesgo que pueden influir en los TCA suelen ser muy variados, pero se pueden clasificar en factores individuales, grupales y sociales.

Entre los primeros destacan las cuestiones genéticas. Si existe el antecedente de un familiar con un TCA es más probable padecerlo. Otros de los más destacados son los rasgos de la personalidad. “Ser perfeccionista, autoexigente, muy estricto consigo mismo está muy relacionado con la posible aparición de un TCA, a lo que se le une una baja autoestima”, ha informado.

En este sentido, ha querido destacar que de cada 10 casos de TCA, nueve son mujeres y solo uno es hombre, por lo que ser mujer implica mayor riesgo de sufrirlo. A estos factores se le une la obesidad en la infancia y la adolescencia como un elemento potenciador en su desarrollo.

Entre los factores familiares, influye crecer en un ambiente desestructurado o en familias que potencian la delgadez y valoran en exceso el aspecto físico.

Por último, ha indicado que los modelos de belleza de la sociedad actual generan estereotipos y valores en los que se premia el aspecto físico por encima de otros aspectos.
“Además, la presión social difundida por los medios de comunicación relaciona la delgadez con el éxito y el rechazo y marginación de quien no cumple este canon de belleza”, ha sentenciado.

En este sentido, ha indicado que también influyen experiencias pasadas o situaciones estresantes en su desarrollo.

Del mismo modo, ha explicado que algunos de los comportamientos adecuados para, en los planos más cercanos, pueden ser dar ejemplo sobre hábitos de alimentación saludable, fomentar la actividad física de forma moderada y útil para la socialización de los niños; contribuir en la formación de la alta autoestima y evitar comentarios extremistas y frecuentes sobre el peso y la figura; no fomentar, en el ámbito familiar, las dietas innecesarias; intentar comer en familia regularmente evitando los conflictos durante la comida, así como estar atentos a los portales de internet de donde copian comportamientos inadecuados.

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Sandra Martínez

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